| miércoles, 26 de mayo de 2004 | Una actitud que suele entrañar riesgos "En el día en que el pueblo argentino conmemora su libertad, me parece que la ciudadanía tiene todo el derecho a expresarse. Y mucho más si lo que reclama es justicia". Esa fue la reflexión que al final de los actos conmemorativos se permitió la vicegobernadora María Eugenia Bielsa, tras la experiencia de quedar cara a cara con inundados y manifestantes que gritaban e insultaban por doquier. Bielsa enfrentó al grupo primero dentro de la Casa Gris y luego fuera de la catedral, y su gesto fue reconocido. Cuando una opción era recurrir a cierta excusa para superar el encuentro, no la adoptó: fue valiente y encaró. Promovió un gesto no común en la clase política, y que tiene sus riesgos. Pero ahorró así un desenlace seguramente violento si ningún funcionario se acercaba y la policía decidía reprimir a los exaltados. enviar nota por e-mail | | |