| miércoles, 26 de mayo de 2004 | Ayudó pero no como se esperaba Con el resultado puesto se podría decir que la decisión de Pablo Marini de jugar en el Coloso dio sus frutos. De hecho su equipo se caracteriza por el buen trato de pelota, aunque no todo fue color de rosa. Al principio el equipo pareció sentirse desorientado con las nuevas dimensiones. A tal punto que durante los primeros 15 minutos lució ancho y largo. Hasta el propio Mauro Andrada declaró que le "costó agarrarle la mano".
Más allá de eso Argentino intentó hacer lo que mejor sabe. Es más, casi siempre lo logró, pero quedó claro que el rédito hubiese sido mayor si el piso no hubiera estado tan dañado.
Uno de los principales objetivos era quitarles piernas a los jugadores de Barracas, pero aquí sí que no hubo grandes beneficios. Tan es así que fue el equipo visitante el que terminó atacando con todo mientras Argentino se defendía como gato panza arriba.
En ese sentido el cambio de escenario no otorgó las ventajas que, a priori, se pensaban. Igualmente Marini quedó conforme con lo que hicieron sus dirigidos. La misma alegría que sentía porque la revancha se jugará, casi con seguridad, en cancha de Huracán. enviar nota por e-mail | | |