| domingo, 23 de mayo de 2004 | Cocina Platos y manteles Nuez moscada.Tengo que admitirlo, hay más cosas en el mundo del sabor que las que habitualmente usamos: sal, pimienta, perejil y orégano inundan nuestra cotidianeidad. Nos hemos habituado a ellos, son casi como de la familia. Pero dígame la verdad ¿no se aburre un poco? Tal vez sea por eso que nuestro paladar se asombra cuando incursionamos por gustos que ignorábamos, pero que están allí, al alcance de la mano.
Una pizca de desenfreno gastronómico es una buena manera de dar rienda suelta a nuestro espíritu aventurero. Sólo es cuestión de atreverse, pero sin exagerar. Un ejemplo puede ser en la elaboración de un simple y deliciosos huevo frito. La nuez moscada es tan obligatoria como la pimienta recién molida (se ralla apenas colocado el huevo a freír y la pimienta antes de servirlo). La manteca debe ser abundante para que no se queme.
Preguntas de buen gusto. ¿Qué regalo podemos llevar cuando nos invitan a comer? Qué pregunta difícil. Pero sería más correcto preguntar ¿qué regalo "no" debemos llevar? Y el primero que me surge es el que habitualmente llevamos: vinos. Pensemos que los dueños de casa ya tienen diseñado el menú y los correspondientes vinos que lo acompañarán. Si aparecemos con una botella lo estamos obligando, por cortesía, a tener que servirla desequilibrando lo que con tanto cuidado estuvieron planificando para agasajarnos.
Lo mismo ocurre con el postre, los anfitriones ya lo tienen previsto y sin duda será el cierre perfecto de esa comida. ¿Para qué ponerlos en una situación difícil? Pero si usted quiere compartir con ellos esa botella de vino que tanto le gustó y quiere compartir ese hallazgo con sus amigos, puede hacérsela llegar en días posteriores a la invitación. No lo dude un instante: será mejor recibida.
Tortilla de papas. Parece tan difícil de elaborar pero, cuidando unos pequeños detalles, nunca sale mal. Elija una papas firmes, no esas que se deshacen en líquido apenas las corta. Hierva preferentemente el día anterior a su uso, hasta que queden al dente. Una vez frías, ráyelas con la parte gruesa del rallador. Para 4 personas necesitará un kilo de papas. En una sartén ponga 3 cucharadas de grasa de cerdo y fría 50 gramos de panceta y una cebolla picada, mezclar con las papas ralladas, condimentar y formar las tortillitas. Dorar bien por ambos lados.
¿Lo sabia? A usted, mi querida amiga, le parecerá de lo más natural usar el tenedor en la mesa, pero no siempre existieron. Según cuenta la historia, el primer tenedor vino de Bizancia cuando la hija del emperador Constantino se casó con el Dux de Venecia, allá por el siglo XI. Entre sus regalos, ella trajo un tenedor de oro con dos puntas. Desde entonces el tenedor no abandonó las mesas occidentales. enviar nota por e-mail | | |