Boda real. Más de 1.600 invitados asistieron al ágape

La fiesta se cerró con un fastuoso banquete

Más de 1.600 invitados, entre éstos una quincena de jefes de Estado y de gobierno representantes de unas 30 casas reales, asistieron ayer al banquete nupcial ofrecido en el Palacio Real para celebrar el matrimonio del príncipe Felipe de Borbón y Letizia Ortiz. El ágape se desarrolló en el Patio del Príncipe, de 2.500 metros cuadrados, que fue cubierto con una carpa de 50 metros de lado y 32 metros de altura, que fue decorado con tapices de los siglos XVI, XVII y XVIII.

El banquete, servido por el exclusivo restaurante Jockey -el preferido de la realeza española-, arrancó con una tartaleta hojaldrada de frutos de mar sobre fondo de verduras, regado con un Albariño blanco.

A continuación, se sirvió un capón de Palencia asado al tomillo con frutos secos, acompañado por un gran reserva de Rioja de 1994. El banquete terminó con una monumental tarta nupcial elaborada por el pastelero alicantino Francisco Torreblanca, que se sirvió con moscatel de Alicante. La tarta nupcial pesaba más de 150 kilos y medía cerca de dos metros de altura. Para los brindis se seleccionó un cava blanco y con el café se ofreció una amplia gama de destilados españoles.

El almuerzo fue servido por cerca de medio millar de camareros, que se distribuyeron los platos preparados en siete cocinas. La larga mesa principal, de forma rectangular, estuvo adornada con uno de los dessert (piezas planas de estuco y mármol) de Palacio. Allí estuvieron ubicados los príncipes de Asturias, los reyes, los padres de Letizia y personalidades de mayor rango.

Sobre el dessert se colocaron 14 figuras de bronce dorado, de unos veinte centímetros de altura, que representan virtudes y potencias del alma como La Razón, El Conocimiento o El Alma. Las figurillas situadas frente a los príncipes de Asturias eran La Abundancia y La Fortaleza.

En la mesa presidencial se sirvió en vajilla de gala de Santa Clara, cubertería de Alfonso XII y Alfonso XIII y cristalería de Baccarat, todo ello perteneciente al Patrimonio Nacional. Los demás asistentes utilizaron vajilla, cubertería, sillas y mantelería alquilada.

El resto de las mesas, 122 en total (110 en el Patio del Príncipe), eran redondas y a cada una de ellas se sentaron entre ocho y diez comensales.


Entre príncipes y gente de la cultura
Entre los invitados más destacados, figuraron el príncipe de Gales, Carlos, que llegó sólo a la ceremonia; el príncipe de Holanda, Guillermo, y su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, y la princesa de Mónaco, Carolina, quien también asistió sola. También llegaron solos Rodrigo Rato, director gerente del Fondo Monetario Internacional, y el príncipe heredero del Japón, Naruhito.

El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Sonsoles Espinosa, su esposa, llegaron inmediatamente después que la madre de la novia, Paloma Rocasolano, sus otras dos hijas, Telma y Erika, y de los abuelos paternos y maternos de Letizia.

El ex presidente del Gobierno Felipe González y su esposa Carmen Romero llegaron poco antes que José María Aznar con Ana Botella.

Magdalena de Suecia, Victoria de Borbón Dos Sicilias y Rosario Nadal, esposa de Kyril de Bulgaria, fueron, entre las princesas jóvenes, las más fotografiadas. Y entre las reinas, Noor y Rania de Jordania. La reina Fabiola de Bélgica posó sonriente, saludando con su abanico.

Representando a Argentina, estuvo el embajador en España Abel Posse y el escritor Ernesto Sabato, ya que el presidente Néstor Kirchner y su esposa se excusaron de asistir por razones de Estado.

Del mundo de la cultura también asistieron Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Arturo Pérez Reverte, Francisco Ayala y Víctor García de la Concha. Asimismo estuvieron los arquitectos Santiago Calatrava y Rafael Moneo, el actor Emilio Aragón y el director de orquesta Jesús López Cobos. (Télam, AFP y DPA)

El banquete permitió el encuentro de príncipes, como el caso de Alberto y Carlos.