| sábado, 22 de mayo de 2004 | El camino de una muchacha liberal y antiperonista Los 90 significaron el esplendor para María Julia Alsogaray, la ingeniera liberal y ex polifuncionaria menemista, condenada anoche a 3 años de prisión por enriquecimiento ilícito, pero el fin de la década marcó para ella el comienzo de su tragedia personal, que la llevó a tener acumuladas una quincena de denuncias penales y cinco procesamientos y a pasar los últimos meses en prisión.
Liberal y antiperonista, María Julia ganó en 1985 una banca como diputada nacional. Hasta 1988 encarnó la oposición de centroderecha a Raúl Alfonsín y era el contrapunto del peronismo histórico.
María Julia aceptó la intervención de Entel y, en 1990, firmó con Menem el traspaso de la empresa de telefonía estatal a manos de dos consorcios, uno piloteado por Telefónica de España, el Citibank y Techint; y el otro por Stet y France Telecom con la banca Morgan y Pecom-Nec, del Grupo Perez Companc. Ese mismo año, se sacó la foto del escándalo que fue tapa de la revista Noticias: semidesnuda, envuelta en un tapado de piel de visón posó en un hotel de Las Leñas. Tras la privatización de Entel, Menem le encargó que se hiciera cargo de Somisa y del hotel Llao Llao, en Bariloche.
El comienzo del fin de María Julia comenzó, para muchos, cuando aceptó ponerse al frente de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente. Desde ese sillón fue que prometió limpiar el Riachuelo en 1.000 días y fracasó en su intento de controlar los incendios forestales en el sur. Tampoco pudo, o no quiso, manejar el crecimiento desmedido de su patrimonio. enviar nota por e-mail | | |