| sábado, 22 de mayo de 2004 | El juicio. La ex polifuncionaria fue sentenciada a tres años de prisión María Julia, condenada y obligada a devolver casi 2 millones de pesos Deberá permanecer ocho meses en prisión efectiva, aunque la espera otro proceso por malversación María Julia Alsogaray fue condenada anoche a tres años de prisión efectiva por enriquecimiento ilícito y se convirtió así en la primera ex funcionaria menemista sentenciada en juicio oral por delitos cometidos durante ese gobierno. Los jueces del Tribunal Oral Federal 4 Leopoldo Bruglia, Horacio Vaccare y María Cristina Sanmartino la encontraron culpable de enriquecimiento ilícito y ordenaron que devuelva al Estado 500 mil dólares y 622 mil pesos, en un veredicto leído a las 20.30.
Esta sentencia no repercutirá en lo inmediato en la situación de Alsogaray, de 61 años, quien ya está presa desde agosto del año pasado en otra causa por malversación de caudales públicos, también en camino a juicio oral, a cargo de los mismos jueces que la condenaron.
Alsogaray escuchó impasible el veredicto anunciado para las 18 y leído con dos horas y media de retraso por el secretario Eduardo Méndez y luego miró a sus dos hijos Alvaro y Francisco Erize, sentados en la primera fila de la sala de audiencias.
De inmediato su defensora oficial Pamela Bisserier anunció que apelará el fallo que también la inhabilitó por seis años para ejercer cargos públicos y se excusó de abundar en opiniones, porque "no se puede hablar sin los fundamentos", que se conocerán el lunes 31.
Bisserier sí se permitió cuestionar que se haya elegido un decomiso en dólares y consideró que "esto recién empieza, porque faltan otras instancias".
En un voto dividido y muy discutido, dos de los jueces, Sanmartino y Bruglia, optaron por imponer la pena de tres años mientras que Vaccare votó en disidencia porque pretendía una condena de cuatro años, como había demandado el fiscal del juicio, Oscar Amirante.
El retorno En cuanto al dinero a devolver corresponde a 500 mil dólares que ella argumentó haber cobrado como honorarios por parte de la firma Astilleros Alianza, algo que no se consideró probado, y a los 622 mil declarados como fondos reservados recibidos durante el gobierno de Carlos Menem.
Según aseguraron los secretarios del tribunal oral, la pena de tres años es de cumplimiento efectivo, por lo cual Alsogaray deberá pasar ocho meses presa, antes de intentar ser beneficiada con una excarcelación.
Con esta sentencia culminaron cinco semanas del primer juicio oral contra la ex funcionaria y se cerró una causa investigada durante siete años, en los que Alsogaray dijo haber sido sometida a "sufrimiento moral, escarnio público y vulneración de los derechos".
La ex interventora de Entel y Somisa escuchó la sentencia serena, semisonriente y después se dedicó a besar, saludar y agradecer a sus familiares y amigos.
Hacia el mediodía, en sus últimas palabras, había aprovechado para pasar facturas e involucrar a todos los ministros y secretarios de Estado del gobierno de Carlos Menem en el cobro "de sobres" de dinero.
"En noviembre de 1991 ingreso al gabinete y por primera vez conozco la historia del sobre, y lo digo coloquialmente porque así lo conocíamos. Me entero porque lo recibo", explicó Alsogaray.
La ex polifuncionaria dijo que ese dinero, con el que intentó justificar parte del aumento de su patrimonio en los 90, provenía de fondos reservados designados para uso "discrecional" del Poder Ejecutivo y se usaba para completar los salarios de ministros y secretarios de Estado que cobraban menos que funcionarios de carrera.
De hecho, alardeó de saber "un poquitito más del tema" porque su padre, Alvaro Alsogaray, fue ministro de Economía en la presidencia de Arturo Frondizi y "decía que Frondizi devolvía íntegros esos fondos".
Contra los inquisidores "A mí no se me investigó: se me aplicó la inquisición con agentes encubiertos en la puerta de mi casa, filtración de montos de tarjetas de crédito, declaraciones juradas, de presuntas rencillas entre fiscales y todo formaba parte del imaginario popular", acotó.
De elegante saco verde agua, pantalón negro y zapatos al tono charolados, María Julia soportó sonriente el acoso periodístico que la esperó frente al ingreso a la sala de audiencias en la planta baja de los Tribunales Federales de Retiro, a las 12.45.
A sala llena y ya sentada de cara al Tribunal, habló por primera vez durante media hora y sólo pareció emocionarse cuando hizo alusión al sufrimiento y el "acoso" que sufrieron sus padres y sus hijos por parte de la prensa.
Es que según ella fue sometida a "sufrimiento moral, escarnio público y vulneración de los derechos" durante la investigación que por siete años realizó el juez federal Juan José Galeano.
Aunque evitó nombrar al juez, la acusada dijo que fue sometida a un "sistema inquisitorial", y enumeró: "No sabía si se trataba de ver el costo de mis vestidos, de hablar de los incendios de Bariloche o la limpieza del Riachuelo".
En su caso, dijo María Julia, se construyó "una pirámide invertida de culpabilidad. No digo que esto sea una cosa armada por la prensa, de ninguna manera".
"Yo jamás abrí las puertas de mi casa para que entraran las revistas de moda", se defendió, y acotó que su padre, Alvaro Alsogaray, "no se merecía" el trato que se le dio en la Justicia a raíz de la causa en su contra.
De inmediato fue felicitada por allegados y su hijo Alvarito, quien se erigió en portavoz de su madre, al defenderla arrinconado por las cámaras en un pasillo de los tribunales. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Sin perder la sonrisa. "Se me aplicó la inquisición", dijo. | | |