| sábado, 22 de mayo de 2004 | Impactantes testimonios de abusos y torturas a prisioneros iraquíes Los detenidos eran tratados salvajemente y humillados sexualmente. Incluso debían comer del inodoro Washington. - Nuevas imágenes y descripciones de graves abusos cometidos contra presos en Irak publicadas por la prensa volvieron a desatar indignación y horror en EEUU y el resto del mundo. El diario The Washington Post publicó ayer fotografías y declaraciones juradas hasta ahora secretas de prisioneros en la cárcel de Abu Ghoreib (en las afueras de Bagdad) acerca de las torturas y humillaciones sexuales a las que les sometieron soldados norteamericanos y que en parte son mucho más fuertes que lo conocido en las últimas semanas. El rotativo asegura tener en sus manos cientos de imágenes, algunas de las cuales son tan repugnantes, dice, que decidió no hacerlas públicas.
En las declaraciones juradas de un total de 13 prisioneros, efectuadas en enero y que ayer reprodujo el Post, se revela cómo los presos fueron tratados peor que animales. Algunos explicaron que se les mantuvo desnudos durante varios días, algunos obligados a llevar ropa interior femenina. Uno de ellos afirmó que vio a un traductor del ejército estadounidense teniendo relaciones sexuales con un adolescente que se quejaba de dolor. Un detenido relató cómo los soldados sodomizaban a uno de sus compañeros de infortunio con un tubo de neón.
Alcohol y carne de cerdo Los reclusos denuncian en los testimonios haber sido golpeados y humillados sexualmente, así como obligados a beber alcohol y comer carne de cerdo, algo de por sí prohibido para los musulmanes, con el agravante de que eran forzados a hacerlo durante el mes sagrado de ayuno islámico de Ramadán. Otros afirmaron haber sido obligados a comer comida que sus torturadores habían arrojado al inodoro, según el periódico. De acuerdo al diario, en videos aparecen prisioneros desnudos, encapuchados y esposados siendo golpeados, apilados u obligados a adoptar posturas obscenas e incluso a masturbarse.
Estos testimonios, que salen a la luz en cuentagotas desde el 28 de abril cuando estalló el escándalo, contribuyen a aumentar los problemas de la administración de Goerge W. Bush, crecientemente criticada por los métodos de interrogatorio empleados en Irak. La cuestión de las responsabilidades es un asunto cada vez más candente. Siete soldados de la policía militar están inculpados. Uno de ellos fue condenado el miércoles por una corte marcial que no estableció, sin embargo, si los soldados actuaban estimulados, aconsejados o por órdenes de la jerarquía.
A las revelaciones del Washington Post le siguió una información de la emisora NBC según la cual también sobre la unidad militar de élite Delta Force ha caído la sombra de la duda.
Mientras el escándalo crece, el ejército estadounidense dejó ayer en libertad a más de 400 presos iraquíes que se encontraban alojados en la cárcel de Abu Ghraib, al tiempo que anunció que por lo menos otros 300 también saldrán de esa prisión antes de fin de mes. Actualmente hay aproximadamente 3.500 iraquíes en ese penal.
Los detenidos fueron trasladados hasta las localidades de Tikrit y Bakuba, al norte de la capital iraquí. Casi todos ellos denunciaron que fueron abusados y torturados por los soldados estadounidenses. (DPA, Reuters y AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | |