Desaparecidos. Más postales del horror en la zona del II Cuerpo de Ejército

Ex detenida reconoció a dos de los imputados por Digerónimo

Adriana Arce aseguró que Amelong y Jáuregui, junto al fallecido Galtieri, la visitaron durante su secuestro

Con el telón de fondo de las siete órdenes de detención libradas por el juez federal Omar Digerónimo para algunos de los ex militares que participaron en el terrorismo de Estado en el ámbito del II Cuerpo de Ejército, Adriana Arce, una de las sobrevivientes del campo clandestino de detención que funcionaba en la Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu, donde ahora tiene su sede la Jefatura de Policía, aseguró ayer desde España que dos de los ex oficiales imputados por el magistrado, los entonces teniente Juan Daniel Amelong y general Luciano Adolfo Jáuregui -junto al ya fallecido general Leopoldo Fortunato Galtieri- la visitaron mientras estuvo secuestrada.

En un contacto telefónico con LT8, quien ahora se desempeña como secretaria del juez de la Audiencia española Baltasar Garzón manifestó estar "muy contenta" con la decisión del magistrado rosarino, al tiempo que consideró que "es una página más que logramos escribir en la Argentina dentro de la lucha contra la impunidad".

Arce calificó como "increíble" a la medida del juez y, aunque reconoció que "no ha hecho más que cumplir con su deber", admitió que su decisión "honra realmente a la judicatura argentina teniendo en cuenta que, y lo sabemos todos, no hay muchos jueces dispuestos a dar este paso".

Arce confesó que el accionar judicial en torno al genocidio perpetrado en jurisdicción del II Cuerpo "reconcilia un poco" a las víctimas que sobrevivieron al holocausto procesista "con esa Argentina que en algún momento nos hizo sentir expulsados de allí, no entendidos, no comprendidos".

También admitió que en determinada época, que parece haber quedado definitivamente atrás, "el ser una víctima de la dictadura era vivido como una vergüenza".

Arce celebró que "afortunadamente la sociedad ha evolucionado, y la Justicia también, con lo cual ha llegado el tiempo de que a la verdadera historia la podamos contar las víctimas que hemos sobrevivido a tanta barbarie y que no nos quedemos con la historia que cuentan los asesinos".

Rememoró además que cuando acompañó al juez Garzón -con quien trabaja- en su visita al edificio de la ex Fábrica de Armas Domingo Matheu, donde ahora funciona la Jefatura de Policía, para participar de una reunión en torno al operativo de seguridad que se iba a montar por la visita del magistrado español, pidió que la dejaran visitar "el sitio donde estuve secuestrada".

Cuando se reabrió la causa en el juzgado a cargo de Digerónimo, Arce pudo atestiguar, volvió a visitar el sitio, ahora con el juez, y encontró "todo prácticamente igual, sin grandes cambios y con los mismos muebles".


El gran responsable
Arce responsabilizó a Galtieri como el máximo responsable del genocidio en la zona, de quien se lamentó que "no haya rendido cuentas ante la Justicia", y agregó el nombre de Jáuregui, precisamente uno de los represores cuya captura pidió Digerónimo.

También recordó la participación de "todo el grupo operativo, que era el mismo que actuaba en la Quinta de Funes, en el que hay una larga lista de nombres que ahora deberán presentarse a dar explicaciones".

En otro tramo de la charla, cuando se le preguntó si en su lugar de detención lo había visto a Amelong, quien ya está detenido a disposición del Juzgado Federal Nº4, Arce respondió sin dudar con un "sí, claro; él era uno de ellos, y Jáuregui y Galtieri también, porque incluso me fueron a ver allí".

"Lamento que se haya muerto y que no podamos encontrarnos otra vez frente a frente en el juzgado", afirmó la sobreviviente de la Matheu aludiendo al genocida que embarcó a toda una generación en la aventura de Malvinas.

Finalmente, Arce tuvo un último recuerdo "para todos aquellos compañeros a quienes conocí en ese lugar tan terrible y ahora ya no están; por ellos y en su memoria debemos seguir en esta lucha por la justicia y contra la impunidad".

La ex Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu fue un centro clandestino de detención.