Los repartidores admiten estar "mal mirados"

"Estamos muy mal mirados", se sinceró ayer Oscar Castro, desde la empresa Be-Carrying. Y si bien despegó a su comercio de aquellos que puedan estar en condiciones irregulares, admitió que "en Rosario hay algunos que trabajan con motos robadas, con repartidores sin registro, y muchas veces pagan el pato los que quieren trabajar bien". El dueño de la cadetería se mostró conforme con los controles que iniciará la Municipalidad sobre las motitos, aunque pidió que se realicen "con buena voluntad". Su argumento se basó en que en ciertas ocasiones "exigen demasiadas cosas y por cualquier motivo (los inspectores) se quieren llevar las motos al corralón". No hay dudas de que los motociclistas son, junto con los ciclistas, los conductores más vulnerables en el tránsito rosarino. "También cometen repetidas faltas, como cruzar con el semáforo en rojo, circular sobre la vereda y en contramano", dijo la directora de Tránsito, Hebe Marcogliese. Los jóvenes que hacen delivery no están exentos de estas anomalías, por lo que la Municipalidad considerará como "agravante" el cometer faltas de suma consideración.