| domingo, 16 de mayo de 2004 | Leyenda de la blanca paloma Procesión de la Virgen del Rocío en la explanada del Parque de España Hoy en Rosario se celebrará la misa, procesión y romería de la Virgen del Rocío. A las 14.30 arribá a la explanada del Parque de España la imagen sagrada luego de navegar por el río Paraná. Además de la ceremonia religiosa se hará un espectáculo de canto y danza. Para la despedida está prevista una plegaria por la paz en el mundo con velas encendidas. La celebración es la antesala de la procesión central, que se realizará el 30 y 31 del actual, en Villa El Rocío, Almonte, España.
Una de las tradiciones orales más primitivas sobre la aparición de la Virgen del Rocío, también conocida como "la blanca paloma", se remonta al hallazgo de un cazador en las cercanías del poblado español de Almonte. En los albores del siglo XV un cazador de Villamanrique, de nombre Gregorio Medina, se encontraba en La Rocina en una jornada de caza. Entretenido en la búsqueda de las presas se sorprendió por la insistencia de los perros en arañar con las patas el tronco de un árbol centenario. El cazador se asomó al hueco del árbol y observó la imagen de una pequeña escultura. En principio creyó que se trataba de una muñeca debido a su tamaño reducido. Entonces pretendió llevarla en una mochila a su casa, pero luego se convenció de que aquel hallazgo le traería dificultades y que la escultura era la imagen de la virgen deteriorada por las inclemencias del tiempo durante el lapso que permaneció escondida.
El cazador optó por colocar la imagen en el mismo sitio del descubrimiento y en su espalda pudo leer la leyenda "María de los Remedios me llamo". Entonces no tardó en dar cuenta de lo sucedido al pueblo de Almonte, el lugar más cercano. Muchos vecinos dieron fe del relato del cazador. La noticia corrió rápidamente por los pueblos de Almonte y Villamanrique, donde otros cazadores acudieron a narrar el hecho.
El hallazgo de la virgen dio origen entre estos pueblos a una disputa informal. La cuestión se resolvió, según la costumbre, sujetando en carretas dos yuntas de bueyes para que con sus fuerzas decidan el sitio en que debía permanecer la imagen sagrada. Los bueyes no lograron avanzar en ninguna dirección, siendo incapaces de mover las carretas. El hecho fue interpretado como una sentencia: la imagen de la virgen continuó en el sitio del hallazgo.
Con la conformidad de los pobladores y las limosnas recogidas en los pueblos cercanos se construyó una pequeña ermita, donde una vez restaurada fue colocada la imagen. Actualmente está en la Villa del Rocío, en Almonte, convirtiéndose en un lugar donde confluyen los peregrinos españoles y de otros sitios del mundo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los peregrinos arriban con carretas tiradas por bueyes. | | |