El Ciclón volvió a ganar luego de diez partidos

Sin deslumbrar, sacó provecho de un desflecado Colón

San Lorenzo, después de diez fechas, regresó al triunfo en el torneo Clausura, al vencer a Colón por 2 a 0 en el Nuevo Gasómetro, donde no ganaba desde diciembre del año pasado cuando se despidió Alberto Acosta, su último goleador.

La primera victoria del torneo como local, conseguida con goles de Diego Capria y Walter Montillo, a los 10 y 25 minutos del complemento, fue un desahogo para el cuestionado entrenador Néstor Gorosito.

Además, San Lorenzo recuperó terreno en la lucha por el ingreso a las copas internacionales, al ubicarse cuarto en la tabla general con 52 puntos.

Colón, en cambio, no pudo quebrar su floja producción como visitante y encadenó la cuarta derrota consecutiva en esa condición.

El conjunto azulgrana cumplió con el objetivo primordial: ganar, pero estuvo lejos de saldar la deuda que acumuló con las continuas malas actuaciones en el torneo.

Apenas un par de aciertos ante un rival avaro, timorato, indeciso, le alcanzaron para asegurar los tres puntos, aunque no para colmar las expectativas de un público desencantado con un equipo que inició el torneo con aspiraciones de campeón.

Después de un primer tiempo insoportable, en el que San Lorenzo insistió sólo con Romagnoli y Colón no quiso jugar, el partido cobró un poco de frescura en la noche fría del Bajo Flores.

Capria, con un tiro libre violento y rasante, abrió el marcador y prácticamente sentenció la suerte de Colón, un conjunto que nunca mostró capacidad ni actitud para atacar.

Con el ingreso de Román Díaz -gestor del segundo gol con una buena acción individual-, San Lorenzo amplió la diferencia y hasta se dio el lujo de jugar bastante distendido.

Al término del partido, un sector del público reconoció a los jugadores con aplausos y otro grupo eligió la indiferencia por volver a experimentar la sensación de estar ante el equipo inexpresivo de siempre, que esta vez ganó por toparse ante un rival más discreto. (Télam)

Romagnoli encara en un primer tiempo donde el santo fue más de lo mismo. Después lo revirtió.