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 domingo, 16 de mayo de 2004

Envejecimiento cutáneo
Cara sin arrugas

Al observar la cara y las expresiones de una persona, las huellas marcadas por los años es como abrir un libro en donde se refleja su historia. El envejecimiento cutáneo es el resultado de la evolución de la vida, siendo las arrugas del rostro una de las manifestaciones más impactantes (producidas por alteraciones del revestimiento cutáneo y consecuencia de factores extrínsecos e intrínsecos).

El envejecimiento solamente ha sido valorado como señal de experiencia y/o sabiduría, y esencialmente en este siglo donde se ha producido un aumento de la esperanza de vida, la preocupación por las arrugas ha incrementado el interés en disimularlas, sobre todo en el sexo femenino. Los dos tipos más destacadas son las gravitatorias y las de expresión.

* Gravitatorias: se producen por pérdida de panículo adiposo, flaccidez, atrofia ósea o pérdida de dientes. Se localizan fundamentalmente en los párpados superior e inferior, en las mejillas y en el cuello. La solución termina siendo quirúrgica.

* De expresión: se producen por la contracción repetida de los músculos (se acentúan con las expresiones y los gestos). Son pliegues situados en el ángulo externo de los ojos, surco nasogeniano, región frontal, entrecejo, zona peribucal y mejillas.

Las arrugas se producen por alteración de la textura de la piel y pérdida de tejido de relleno con hipertonía de los músculos de la cara, y se pueden tratar de diversas maneras: tratamiento médico cosmetológico para mejorar la textura de la piel, con rellenos o implantes y con botox para la contractura muscular. Este tratamiento es muy difundido y natural en las mujeres, y también en los hombres que quieren estar mejor, más jóvenes, con expresión descansada y sin estrés.

La sustancia activa es una fracción de la toxina botulínica que no es tóxica (aprobada por la FDA (Food & Drug Administration) de los EEUU en 1979, y que produce una parálisis incompleta de los músculos disminuyendo su fuerza de contracción y por ende las arrugas, sin alterar la fisonomía natural. La aplicación es inyectable, simple y rápida (lleva minutos su colocación). El efecto se nota entre 24 y 48 horas, pero se completa en 7 días y dura aproximadamente de 6 a 7 meses.

Se utiliza en general para las arrugas de la frente, entrecejo y periorbiculares, pero se debe hacer no como tratamiento único, sino que combinado con implantes, rejuvenecimiento facial con medicamentos, peelings, ultrasonido, mesoterapia, drenaje linfático, entre otros, siempre que se desee un buen resultado en la recuperación o mantenimiento de la belleza.

Juan C. González Zocca

Médico

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