| domingo, 16 de mayo de 2004 | Murió Narciso Ibañez Menta, el dueño del terror Sucumbió a una larga enfermedad, a los 91 años. El realizador tuvo una larga campaña en Argentina El reconocido actor, guionista y realizador español Narciso Ibáñez Menta falleció ayer en Madrid a los 91 años, víctima de una enfermedad que lo aquejaba en los últimos tiempos. Había nacido el 25 de agosto de 1912 en Sama de Langreo, Asturias, fruto del matrimonio de los artistas Narciso Ibáñez y Consuelo Menta.
Desde su nacimiento vivió el clima de camarines que compartían sus padres como artistas del género lírico. Se dice que a los ocho días de nacer salió a escena en brazo de una de las cantantes de la compañía y a los cinco años interpretó su primer papel en "Los granujas".
Durante toda su infancia trabajó incorporándose a la compañía de sus padres en Buenos Aires, Cuba, México, Centro América y Estados Unidos.
En enero de 1931 se instaló en Buenos Aires y en 1938 integró el Teatro Nacional Argentino. Como actor abordó los más variados géneros desde los clásicos a la dramaturgia contemporánea y se convirtió en un maestro del terror.
Puso en escena obras como "Fausto" de Goethe (1940), "La muerte de un viajante" (1950), "Manos sucias" de Sartre (1956) y o "Así en la tierra como en el cielo" (1957).
En Argentina realizó unas 45 películas, dirigió tres y colaboró como guionista para la radio y televisión, hasta que en 1963 regresa a España.
Su afinidad espiritual hacia la Argentina, lo llevó a decir en varias oportunidades que "en realidad nunca me fui del todo. Blasco Ibañez decía que la patria es aquella donde se gana el pan y donde te nacen los hijos. No se puede dejar un país al que se le debe todo lo que uno es. Me voy para volver, es inevitable".
Se casó con la actriz Pepita Serrador, con quien tuvo un hijo, Narciso, más conocido como Chicho. Tras la muerte de su esposa, contrajo matrimonio en segundas nupcias con Lidia Cortés, profesora de baile del Conservatorio Nacional de Argentina, y en octubre de 1988 se casó con Lidia Haidée Rosas Rojas.
Desde muy temprano se sintió atraído por el género del terror y en 1933, realizó la adaptación teatral de "Dr. Jekyll y Mr. Hyde". Más tarde, en 1934, interpretó "El fantasma de la ópera".
Pero fue en la televisión donde consiguió desarrollar su fascinación por este género, acrecentada por una capacidad excepcional para la caracterización.
En enero de 1964 debuta en TVE en el espacio "Estudio 3" y participó en "Los bulbos", "El hombre y la bestia", "El asfalto", "¿Es usted el asesino?", o "Historias para no dormir", serie dirigida por su hijo, Chicho Ibañez Serrador, con la que alcanzó gran popularidad.
En teatro hizo "La zorra y las uvas" (1964), "Los físicos" (1965), "El sol en el hormiguero" (1966) o "El proceso de Mary Dugan". En 1974 protagonizó la serie "El televisor" dirigida por su hijo para televisión
En la década del 80 disminuyó su actividad artística pero fue la época del balance y la reflexión. En esos años decía: "Hace tiempo me di cuenta de que no era nada, no era nadie. Me he apreciado mejor cuando era un personaje".
El miedo antes de salir a escena Debajo de su máscara se encubría un ser humano profundamente tierno que escondía sus temores al salir a escena.
"Me siento mucho más dueño de todo cuando estoy dentro de un personaje. Es como si fuera un niño que nunca hubiera querido salir del seno materno. Estar en el personaje y hablar a través de él, me es mucho más fácil que desenvolverme en la vida. En la vida sigo siendo inseguro, en el personaje no he dudado nunca".
En marzo de 1997 regresó a Buenos Aires para rodar, para el Canal 9 de Televisión, una serie sobre corrupción titulada "Los herederos del poder", donde interpretaba, en tres episodios, a un hacendado millonario.
A lo largo de su carrera recibió numerosos premios, como el de mejor actor en Argentina, en los años 1946, 1947, 1948 y 1952. Premio Bienal al mejor director de teatro en 1957, a la mejor dirección en 1959, 1960, 1961 y 1962. (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un señor de la escena. Se sentía más cómodo viviendo los personajes que en la vida real. | | |