Reinicia la producción la industria del cine porno

Pese a los casos de HIV se resiste el uso del condón

Las autoridades sanitarias de California condenaron la decisión de la pujante industria pornográfica del estado de reiniciar su producción tras la ola de pánico que generó la detección de casos de sida entre sus actores, que en la mayoría de los casos no utiliza preservativos para los rodajes.

"Creo que es muy triste reiniciar la producción sin el uso obligatorio de preservativos", afirmó a la AFP, Jonathan E. Fielding, director de Salud Pública de Los Angeles. El uso del preservativo "es la única manera de proteger a los trabajadores y de esta forma también se protege a la industria", añadió.

Las autoridades sanitarias de California intentaron lanzar una medida para imponer el uso del condón y protección bucal durante la filmación de escenas de sexo explícito, además de someter a los actores a frecuentes exámenes de HIV. Pero la mayoría de productores puso el grito en el cielo aduciendo que la iniciativa iba a atentar contra el presupuesto y la calidad de las películas y muchos de los estudios, afincados en San Fernando, norte de Los Angeles, se iban a mudar de California.

La Fundación Médica en la Industria de Entretenimiento para Adultos (AIM) informó que reiniciaba su producción, un mes antes de lo previsto tras la detección del primer caso de HIV en una estrella porno.

La entidad subrayó que no recibió presiones de ningún protagonista de la millonaria industria, que genera ingresos que oscilan entre 4.000 y 13.000 millones de dólares anuales en Estados Unidos.

Los actores, muchos de los cuales participan hasta cinco películas diarias, ya comenzaron a trabajar esta semana. "Tras este brote de HIV quedó demostrado que la realización de exámenes sucesivos a los actores no es un método de prevención, el uso del preservativo es fundamental, no queda otra", opinó Fielding.

Así lo considera el conocido estudio Vivid que hace unos años impuso el uso de profilácticos en los rodajes, pese a ser consciente que la medida puede hacer caer los negocios.

"Nos puede costar económicamente. Hay mucha gente en Estados Unidos y en el mundo que se niega a mirar una película (porno) en la que se utilizan preservativos", dijo Steven Hirsch, presidente del estudio. "Rodar un filme con preservativo implica además más tiempo de rodaje", afirmó.

El alarma en la industria porno de California, que produce más de 4.000 películas al año y emplea a 6.000 personas, se inició a mediados de abril pasado, cuando se reveló que el actor Darren James era portador de HIV.

En medio de una ola de pánico, varios estudios decidieron interrumpir durante 60 días su trabajo, con el fin de realizar exámenes de sangre a los más de 45 actores que protagonizaron escenas junto a la estrella porno. Al cabo de pocos días , la AIM reveló que tres jóvenes actrices, que habían protagonizado actos sexuales ante las cámaras con James, dieron positivas a HIV.

La AIM informó además que un transexual llamado Jennifer fue diagnosticado con HIV en un caso que no estaba vinculado al de James, de quien se cree que contrajo el virus mientras rodaba una película en Brasil sin protección.