| domingo, 16 de mayo de 2004 | En busca de las causas justas Imposible es lograr que mis ojos se nublen en su ceguera impertérrita cuando en cada paso hacia adelante uno se topa con un marginal. Triste es que esta frase haya sido construida para esbozar una realidad, la nuestra. Una frase breve y apolítica; no sabe de ideologías ni de partidos porque no me interesan. A partir de la misma, sólo deseaba apoyar lo expresado por Julieta Fava, joven como yo. Deseaba advertirle que no se sienta en soledad; también existen personas tan sensibles como ella. Y creo que debemos aunarnos en la búsqueda de causas justas y honestas. Sin extremismo y sin violencia; con sensibilidad; con el culto a esa cualidad que nos hace humanos. Porque una sociedad sólo puede ser considerada como tal si en ella abunda la solidaridad. Si ésta no puede hacer frente a los reproductores del materialismo, sólo hablaremos de muchedumbre. Y porque quiero vivir en una sociedad, pido a Julieta y a otras personas que tengan la misma sensibilidad ante la injusta miseria ajena, que me escriban al correo: [email protected]. Quizá algo podamos hacer para forzar el desgarramiento de los lazos vetustos y arraigados de nuestra muchedumbre mayoritaria. Sin clientelismo político, sin la avaricia individualista, sin la búsqueda del carisma. Con sensibilidad; sólo con eso, porque sólo por eso, soy humano. Y usted lector, ¿también lo es?
Gonzalo Alberto Durán
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