| domingo, 09 de mayo de 2004 | "Un mundo justo y próspero" El rey Juan Carlos, en su discurso de apertura del Fórum, pidió "un mundo más justo, próspero y solidario, del que se destierre para siempre la barbarie terrorista que el pasado 11 de marzo nos sumía a los españoles en el dolor y la indignación".
En el acto oficial celebrado en el Edificio Fórum participaron autoridades locales y nacionales, así como representantes de la Unesco, patrocinadora del evento.
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, señaló que la ciudad catalana pretende convertirse en los próximos meses en "la capital mundial del diálogo y de la convivencia pacífica", porque el siglo XXI tiene que ser "el siglo de la nueva convivencia, o no tendremos siglo XXII". "Somos los humanos los causantes de la guerra y por tanto los que podemos hacer la paz", añadió.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, destacó la "riquísima pluralidad de España", un país de "diversidad de lenguas que son de todos y diversidad de pueblos que han compartido geografía, deseos, esperanzas, fracasos y logros".
Zapatero ofreció a su país "como foro de debate para Europa, el Mediterráneo o Latinoamérica" con el fin de impulsar un "diálogo de civilizaciones que contribuya a entendernos, a complementarnos, a ayudarnos".
También hablaron Jesús María Canga, alcalde de Sant Adrià de Besós, municipio que organiza el Fórum junto con Barcelona, y Koichiro Matsuura, director general de la Unesco.
Tras los discursos oficiales, en la zona del puerto deportivo del llamado Recinto Fórum -el espacio de treinta hectáreas que se construyó especialmente para este evento- se presentó el espectáculo "Mover el mundo", centrado en la importancia del diálogo como fuente de creación y de riqueza.
El show, en el que participaron decenas de escaladores, acróbatas y nadadores, se inició con la aparición de doce estructuras desde el fondo del mar, que varios personajes se esforzaron por unir hasta conseguir formar una inmensa esfera que representaba el globo terráqueo.
Luego numerosas sillas surgieron del agua y fueron ocupadas por personas, en un símbolo de la necesidad de sentarse y hablar. Finalmente, la esfera se fue abriendo poco a poco y se transformó en un gigantesco nenúfar, al tiempo que estallaban fuegos artificiales. enviar nota por e-mail | | |