Cyterszpiller: "Conmigo estaría sano"

Miguel Pisano / La Capital

"Conmigo hubiera ganado menos plata, pero estaría sano", se ufana Jorge "Gordo" Cyterszpiller, no casualmente el primer representante de Diego Maradona, justamente desde las lejanas épocas en las que era el "Pelusa" de Villa Fiorito.

"Profesor, ¿Diego no querrá salir a correr un ratito?", interrogaba el ex técnico de Newell's, Jorge Castelli, al preparador físico Rodolfo Rodríguez, cuando el Diez se concentraba con el plantel rojinegro en el hotel Primacy de Mar del Plata, el día anterior a su desaparición con el Che García y un par de modelos, en enero del 94.

Al año siguiente, el propio Cyterszpiller, Enzo Francescoli y los empresarios Paco Casal y Marcos Franchi hicieron una vaquita de un millón de dólares y les hicieron a Diego y a su representante, el indefendible Guillermo Cóppola, una propuesta sensata: que el Diez se internara en una clínica en Suiza para rehabilitarse de su crónica adicción a la cocaína. El inefable Cóppola rechazó el convite de plano y el propio Diego aceptó sin hesitar la decisión de su todavía ex representante.

Diego hubiera necesitado un representante que lo cuidara del flagelo que le puede costar la vida, en vez de convivir más de 20 años con un muchacho de la noche, tan rápido para la labia con las minas como para los números, condiciones casi innecesarias para ser el apoderado del mejor jugador de los últimos tiempos. El representante de Diego debe elegir y rechazar los negocios en vez de generarlos, pero cuidarlo del peligro que le cortó la carrera, deterioró su relación familiar y podría costarle más caro todavía. Sí, quizá el Gordo Cyterszpiller tenga razón: "Conmigo hubiera ganado menos plata, pero estaría sano".