Diego irá a un centro especializado en adicciones

Sigue internado en la Clínica Suizo Argentina bajo sedantes para evitar una crisis

Diego Maradona será trasladado pasado mañana a una clínica especializada en adicciones de la provincia de Buenos Aires, según afirmaron ayer allegados a la familia del astro. Maradona, de 43 años, sigue internado en la Clínica Suizo Argentina por una recaída de su afección cardiopulmonar que lo tuvo al borde de la muerte entre el 19 y el 28 de abril y se encuentra bajo los efectos de sedantes para evitar una crisis de abstinencia por su adicción a las drogas.

El ex estelar será trasladado "entre la madrugada y la mañana del martes" a un centro de rehabilitación de "la provincia de Buenos Aires", agregó la fuente, que sin embargo se abstuvo de identificar el lugar.

Según la opinión de los médicos, Maradona debería permanecer durante seis meses bajo un estricto tratamiento sin recibir visitas, mientras su ex esposa Claudia Villafañe podrá hacerlo recién a los dos meses de internación.

Su familia estuvo buscando en las últimas 24 horas un lugar que acepte a Maradona, pero había sido rechazado en cinco establecimientos.

La fuente indicó asimismo que la familia decidió suspender la fiesta de 15 años de Gianina, la hija menor de Maradona, cuyo aniversario es el 21 de mayo.

También los abogados realizan gestiones para suspender los compromisos que el Diez había firmado con medios de televisión de Italia, que incluyen, según las fuentes, indemnizaciones por incumplimiento.

Claudia Villafañe, la ex esposa de Diego, otra vez tomó las riendas del cuidado del famoso paciente en su segunda internación en la clínica porteña y, apoyada por los hinchas, volvió a alejarlo de un entorno dañino que adhiere religiosamente al "sí dieguismo".

Luchadora y de gran temple, Villafañe sin embargo no pudo contener el llanto en las últimas horas después de que cinco clínicas del país rechazaron sendas peticiones de traslado de su ex marido para someterlo a un tratamiento contra la adicción a la cocaína.

La mujer tal vez mascullaba bronca e impotencia porque a ese futbolista que hizo vibrar a millones de argentinos en los años 80 con su talento único ahora le dan la espalda en centros de su propio país, que alegan la resistencia del paciente a someterse a un tratamiento y la privacidad del resto de los adictos.

No obstante, volvió a poner una barrera infranqueable al círculo de amigos del ex estelar. Un total de 17 custodios se alternan para que nadie, salvo unos pocos autorizados por Claudia y los médicos, se acerquen hasta el ex capitán de la selección argentina ingresado en la habitación 407 de la clínica.

Al recoger la opinión de los hinchas y de las encuestas, el influyente presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, le aconsejó al campeón de México-86 que "escuche a su (ex) señora, a las chicas (las dos hijas) y a nadie más. Lo que podemos hacer es guardar silencio. El es el que tiene que decidir cómo hacer para recuperarse. Yo sólo le aconsejaría que escuche a su (ex) señora, a las chicas y a nadie más", dijo el también vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol (Fifa), quien tiene una relación de amor y odio con Diego.

Para evitar una crisis de abstinencia Maradona, de 43 años, sigue sedado en cuidados críticos de la clínica donde fue internado el miércoles tras seis días disipados en una casa de campo bonaerense, pese a que días antes estuvo al borde de la muerte en el mismo centro.

Con el dominio de la situación, en ese corto período en la residencia de campo de General Rodríguez (50 kilómetros al oeste) Maradona se empecinó en realizar todo lo contrario de lo aconsejado por los médicos.

Se paseó con el torso desnudo con bajas temperaturas pese a su afección pulmonar, organizó comilonas con asados de carne vacuna, comió bizcochos, jugó al golf y al fútbol y recibió a decenas de visitantes, entre ellos, varios de los que ahora ni asoman la nariz por la clínica. (AFP)

Claudia Villafañe tomó decididamente las riendas para superar la situación crítica.