| domingo, 09 de mayo de 2004 | La danza que subyuga en su máxima expresión Si bien es cierto que el estilo de los danzarines contemporáneos argentinos incluye mucho de acrobacia, arte que difícilmente se haya visto en las milongas de antaño, la propuesta de "30 años de tango" resulta impactante. Y el equilibrio logrado -mérito de la experiencia de Libertella y compañía- no soslaya con efectismos el espíritu del baile, sino que todas las evoluciones de los bailarines coinciden con el espíritu seductor que encierra la danza argentina.
Las parejas que forman Graciela Caló y Claudio Orso; César Cohelo (de indisimulable formación clásica) y Maite Valdéz; Claudia Díaz y Alberto Morra y Graciela García y Osvaldo Ciliento (dirección coreográfica) no se sacan ventajas a la hora de mostrar habilidad y sentimiento.
Con este tipo de shows no resulta extraño que sea el tango lo que más nos represente en el mundo. En la danza, las muestras de gran destreza por momentos rozan el show circense, pero finalmente terminan convirtiéndose en una refinada expresión del sentimiento tanguero contemporáneo. enviar nota por e-mail | | |