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 domingo, 02 de mayo de 2004

La banda vive su mejor momento con el éxito de su disco doble
Cordera: "Nadie preparó a la Bersuit para este éxito"
Dijo que el grupo trata de esquivar y burlarse de todos los estigmas y etiquetas

Carolina Taffoni / Escenario

Bersuit Vergarabat se transformó en un fenómeno popular imparable. Las cifras de su último disco, "La argentinidad al palo", un doble que se vende por separado, lo dicen todo. En plena era de la piratería, el álbum ya lleva vendidas 132 mil copias. Y no son sólo números. La banda también se convirtió, canciones y discurso de por medio, en una suerte de termómetro del estado de ánimo de los argentinos.

"Queremos tocar hasta los 90 años", dice el líder del grupo, Gustavo Cordera, con tal entusiasmo que lo hace creíble. Desde España, donde Bersuit está cerrando una gira por 21 ciudades, el cantante aseguró a Escenario que la banda aprendió a adoptar conductas menos destructivas pero también advirtió que "el éxito es mucho más peligroso que el fracaso".

-"La argentinidad al palo" prometía ser un disco muy político y social, sin embargo las letras tocan temas diferentes...

-Sí, lo quisimos hacer así. La banda trata de esquivar y de burlarse de todos los estigmas. Y algo que te produce un estigma es que un presidente tenga que hacer algo para que nosotros le respondamos con una canción. Así tu vida artística se transforma en una cosa muy limitada, muy precaria. La política es una cosa más dentro de nuestra vida. También nos gusta mucho el sexo, la poesía más profunda y fina y lo grosero. Nos divierten mucho las cosas groseras. Sentimos que en eso hay humor y lo compartimos con la gente.

-Durante dos discos cantaron contra los valores que representaba la cultura menemista, ¿ahora de qué habría que cantar?

-Nosotros nunca hicimos una canción en contra de nadie, es preferible mirar para adentro. Las miserias de la humanidad están también dentro de mi corazón. Yo no tengo que mirar tanto para afuera, nada humano me es ajeno. La actitud de rebelión se da cuando tengo sentimientos de rebelión, y ya lo manifesté con "El estallido" y "Sr. Cobranza" y lo sigo haciendo en los conciertos. Ese espíritu está, pero también hay otros colores. Me gusta lo diverso.

-Con el nuevo álbum los medios los tomaron como una especie de analistas de los argentinos, ¿eso es un halago o un peso?

-Todos los argentinos somos de alguna manera analistas políticos, directores técnicos y mejores presidentes que el presidente, eso seguro... (risas). También podemos ser muy buenos ladrones, podemos ser cualquier cosa, somos argentinos, por suerte.

-¿Hay un proceso de profesionalización en Bersuit?

-Es una categoría alucinante la que me decís (risas). Creo que uno va adoptando conductas que no sean tan destructivas. Cuando tenés mucho trabajo necesitás manejar la energía. Lo estamos aprendiendo. Necesitamos manejar la energía porque queremos tocar hasta los 90 años. Ese es nuestro sueño. Y si yo me muero, que venga otro cantante, como si yo fuese una cosa descartable, y continúe con la historia de Bersuit.

-¿Extrañás algo de la época under?

-Yo soy nostálgico, extraño todo el pasado. La nostalgia es un sentimiento muy raro, porque le quita a los momentos vividos lo doloroso. Por eso uno quiere volver a vivirlos. No es que todo tiempo pasado fue mejor... Hay cosas que ya fueron. Yo ya perdí la posibilidad de jugar al fútbol en Lanús, por ejemplo. Si entonces hubiese tenido la mentalidad, la cabeza que tengo ahora, a lo mejor hubiese jugado.

-¿Seguís viviendo en la zona pesada del Docke?

-No, vivo en San Telmo. Me mudé porque estaba viviendo en una casa tomada. Me pareció que era el momento de soltarla, porque era de un amigo. Yo tomé una casa por necesidad, no porque soy del movimiento super psico okupa argentino (risas).

-Cuando la banda se volvió realmente masiva, ¿alguna vez te cansaste y pensaste: "largo todo y me vuelvo a la agencia de autos"?

-No, jamás. De eso no tengo nostalgia, aunque aprendí mucho. Aprendí a vender, que es maravilloso. Pero entre vender un auto y vender mis fantasías, prefiero esto.

-¿Es cierto que el éxito arruina y corrompe?

-No sé. El éxito es mucho más peligroso que el fracaso, porque para el fracaso estamos preparados, es natural. A nosotros nadie nos preparó para este éxito. Nosotros no nacimos exitosos, siempre luchamos contra la adversidad. Siempre vimos la realidad de frente con todos los escollos. Ahora estamos viviendo una época más dulce en ese sentido, como premio por haber luchado tanto por un sueño. El éxito también es peligroso por el tema del dinero, porque empieza a haber más presión, más gente, más envidia. Por eso lo que tenés hay que compartirlo. Si te comprás una parrilla o un quincho que sea para compartirlo con todos tus amigos, no para comer solo.

-Algunos te ven como un antihéroe del rock nacional, ¿cómo te ves vos?

-Ni como un héroe ni un antihéroe. No soy nada cerca de lo heroico. Ni Charly García es un héroe, él presenta sus debilidades con total naturalidad.

-¿Les molesta que los llamen "la banda de sonido de la era K"?

-Hay gente que necesita categorizar a la banda de alguna manera, y siempre nos perjudican. Dicen que somos los número uno, que somos la banda de sonido... Esa es la misma gente que después te destroza por cualquier estupidez personal. Yo no le tengo ningún tipo de confianza a esas calificaciones. Me parecen una falta de respeto para todos los músicos del país.

-¿Qué pensás del gobierno?

-Hay menos escepticismo en general. Siempre da para confiar, hay que esperar. Yo no puedo desconfiar de alguien que desconozco.



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La Bersuit vuelve con su habitual humor sarcástico.

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