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 viernes, 30 de abril de 2004

Diego se dio el alta y jugó al golf
Tuvo que firmar un documento para irse. Vio por televisión el partido entre Boca y Ñuls y festejó con petardos

Diego Maradona abandonó sorpresivamente en la tarde de ayer la Clínica Suizo-Argentina sin el alta médica, para iniciar -según se dijo- un período de "recuperación domiciliaria" que completara su etapa de restablecimiento tras la patología cardíaca que sufriera hace trece días. Los médicos de la clínica y la ex esposa de Diego Maradona, Claudia Villafañe, se opusieron terminantemente a que el astro futbolístico dejara ese lugar de internación, por lo que el ex jugador debió firmar un documento para hacerse responsable de lo que pudiera suceder con su salud.

La decisión absolutamente personal de Diego por dejar esa clínica forzó a sus autoridades a otorgarle lo que se llama "alta voluntaria", según revelaron anoche fuentes de ese centro de salud.

Al llegar a la institución su ex esposa Claudia Villafañe, también se opuso a la pretensión del "10". Entonces se produjo una discusión entre ambos, pero cuando ella advirtió que no podía doblegarle la voluntad, decidió acercarle la ropa, sus pertenencias y 100 pesos que extrajo de su cartera.

Maradona resolvió entonces hacerse responsable por su salud fuera de la clínica y les pidió a los médicos que le extendieran un papel que él estaba dispuesto a firmar para poder retirarse. En el mismo documento, en cambio, Claudia suscribió todo lo contrario, no haciéndose cargo de ello, según puntualizó la misma fuente.

Ningún médico de la clínica acompañó a Maradona a su lugar de residencia, el haras "De más de dos", propiedad de los hermanos Pascual y José y Victoria Mastellone, dueños de la empresa láctea La Serenísima.

Solamente el médico personal de Diego, Alfredo Cahe, permaneció con él en ese sitio, e inclusive lo acompañó a jugar al golf alrededor de las 18, dos horas después de abandonar la clínica oculto en la camioneta 4x4 de un periodista deportivo.

Más tarde miró por televisión el partido que empataron 1 a 1 Boca Juniors y Newell's Old Boys, mientras cenaba frugalmente pollo hervido y bebía agua mineral. Apenas finalizado el cotejo salió de la vivienda para lanzar al aire petardos para celebrar su salida de la clínica.

A las 21.30, sobre la tranquera de esa quinta situada a la altura del kilómetro 50 de la ruta 28, unas 20 personas se acercaron para pegar dos carteles en apoyo al ídolo.

En horas de la tarde, las autoridades médicas de la clínica porteña habían manifestado, a través de un comunicado en el que no mencionó en ninguna de sus partes la palabra "alta", su "satisfacción por la evolución del cuadro crítico que provocó su atención". Las autoridades de la entidad señalaron que "se han indicado diversos tratamientos, siendo voluntad del paciente y de su médico de cabecera, Alfredo Cahe, resolver en forma personal la modalidad de los mismos". (Télam, DyN y AFP)

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El ídolo se instaló ayer en una quinta de General Rodríguez.

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