| viernes, 30 de abril de 2004 | La ficción fuera del horario de protección al menor apuesta al sexo para sumar espectadores La pequeña pantalla intenta seducir haciendo marketing con lo prohibido "Padre Coraje" y "El Deseo" se esfuerzan por ganar audiencia con temas que solían ser tabúes en la TV Pedro Squillaci / La Capital Cuánto más prohibido es más atractivo. De eso no hay dudas. Pasa en la vida, pasa en la ficción, y como no podía ser de otra manera, estalla en la televisión. En las dos tiras que hoy compiten cabeza a cabeza en el horario central de las 22.30 el motor de las historias pasa por lo que no se puede, o no se debe, pero que todos, los protagonistas, el público, se muere de ganas de hacer.
"Padre Coraje", en Canal 13, gira sobre dos hermanas enfrentadas por el amor a un hombre, el asunto no tendría nada de distinto si no fuera que el latin lover es un sacerdote. Nada nuevo. "Camila", la película con Imanol Arias y Susú Pecoraro, contó una historia similar, aunque sin el condimento del triángulo amoroso. Y ahí está la diferencia, la televisión argentina no se anda con chiquitas.
"El Deseo" lo dice todo desde el título. Una mujer misteriosa es el oscuro objeto de la pasión de tres hombres, pero sólo uno, o ninguno, se quedará con la presa. Como si fuera poco, las dos revistas más populares entre el mundillo del espectáculo esta semana hicieron tapa con Natalia Oreiro y Facundo Arana. El tema de mentas es lo "prohibido" y, tanto es así que la palabra (prohibido) aparece en los títulos de portada de las dos revistas. No hay dudas, algo se está gestando.
El tratamiento de lo prohibido tiene sus bemoles. Coraje (Arana) seduce con una capucha y su alter ego, el padre Juan, rompe corazones con una sotana. En ambos casos hay algo prohibido. El encapuchado es un misterioso hombre que hace justicia por mano propia pero está buscado por la policía y el intendente. El supuesto sacerdote le entregó su amor a Dios, y no debe enamorarse. Pero hay cuatro mujeres que desearían compartir con él mucho más que un confesionario.
¿Por qué se buscó esta vuelta de tuerca en una telenovela? ¿Ya no basta con el galán lindo, corpulento, rubio y de ojos celestes para despertar los ratones? Parece que no. En tapa de Gente sale Arana con ropa de cura diciendo "A quien no le gusta vivir lo prohibido". Y la cita debe melonear a las dos millones de televidentes que lo siguen noche a noche en la tira.
A casi la misma hora por el mismo canal el año pasado se veía "Soy gitano", donde ya comenzaba a despuntarse los amores prohibidos. Pero más allá del esoterismo de la tira, el trío central (que interpretaban Romina Gaetani, Julieta Díaz y Osvaldo Laport) seguía basándose en la triada dos mujeres tras un hombre, mil veces visto, o dos hermanos, o medio hermanos enamorados, o padre e hija, o parientes cercanos. Más de lo mismo.
En Telefé, "Resistiré" jugó con el misterio, pero a excepción de la impropia pareja de la tía y el sobrino (Tina Serrano y Claudio Quinteros), el nudo central amoroso pasaba por un trío conformado por dos hombres y una mujer. Y eso, mechado con cuestiones de poder, el chico pobre con la chica bien, y un toque de sexo y terror científico, plin caja. Pero lo prohibido no apareció.
Con "El Deseo", la sola caminata de Oreiro por una calle oscura es sinónimo de misterio. Y qué hay más misterioso y atractivo que lo prohibido. Y, vale aclararlo, la atracción fatal de Carmen (Oreiro en la ficción) va más allá de su físico privilegiado y sus curvas felinas. Lo prohibido es la relación del personaje con los tres galanes. Con un muchacho rico y poderoso (Claudio Quinteros), con un periodista contrariado (Daniel Kuzniecka), y el más estúpido de barrio, a quien nadie le cree que tenga una novia, y mucho menos que esa novia seas la Oreiro. Y todo fogoneado por la tapa de Caras en la que Natalia, una auténtica muñeca brava, aparece semidesnuda y ronroneado: "Tengo deseos prohibidos".
Lo cierto es que lo más prohibido, al menos para los espectadores, de su personaje es su identidad, su origen y cómo puede cambiar su relación con sus galanes con el correr de los capítulos. Y los que puedan aparecer en ese pueblo cargado de incógnitas que se ha dado en llamar El Deseo.
Deseo y misterio. Bandidos y sotanas. Y por sobre todo, lo prohibido. Eso que ahora la televisión entripó en las tiras más fuertes del horario nocturno para atrapar a los televidentes. O para ratonearlos más que nunca. enviar nota por e-mail | | |