| viernes, 30 de abril de 2004 | El consumo deberá al menos duplicarse para sostener las supercosechas Fertilizante, el socio de los cien millones Se realizó el simposio "Fertilidad 2004" en Rosario. En Argentina sólo se repone el 25% de los nutrientes Para sostener la meta de una producción de 100 millones de toneladas de granos en 2010, el consumo de fertilizantes deberá como mínimo duplicarse desde las 2 millones de toneladas actuales. Bajo el peso de ese número, las principales empresas proveedoras de insumos están poniendo en marcha proyectos para ampliar la capacidad de almacenaje, mejorar la logística y aumentar la producción local en este sector, que promete seguir la ola inversora ya desatada en el ámbito del acopio y el procesamiento de soja.
De hecho, los proyectos de inversión anunciados recientemente por las aceiteras incluyen el rubro fertilización entre sus principales capítulos. Bunge prevé destinar en el futuro complejo industrial-portuario, un muelle de descarga e instalaciones de formulación y almacenaje de fertilizantes, mientras que Cargill desembolsará 20 millones de dólares para producir superfosfato simple en Puerto San Martín. En tanto, Pasa, la empresa del grupo Petrobras, está ampliando la planta de uan, con una inversión de 7 millones de dólares para iniciar la producción local de SolMix, fertilizante líquido nitrogenado con azufre.
"Argentina es claramente uno de los países con mayor potencial de crecimiento del consumo de fertilizante, porque se intensifica el uso del suelo pero no se reponen nutrientes, lo que están haciendo las empresas es adelantarse a este crecimiento mediante inversión en infraestructura e incluso aumentando la capacidad de producción interna", concluyó Alejandro Vollert, de Fertilizar, el programa de vinculación creado hace 10 años entre el Inta y las empresas del sector, que la semana pasada se relanzó desde Rosario como asociación civil.
Fue en el marco del simposio "Fertilidad 2004", organizado junto Inpofos. Para Angel Berardo, asesor honorario de Fertilizar, el evento conjunto "es una muestra de madurez" a nivel de organizaciones. La transformación del programa iniciado hace 10 años permitirá vincular a toda la cadena, productores por ejemplo, con la misión de promocionar el uso racional de fertilizantes para apuntar a una producción sustentable".
La urgencia es clara. Mientras el sector agropecuario duplicó su cosecha en diez años y apuesta a incrementar la producción hasta 100 millones de toneladas, Argentina exhibe uno de los menores índices de fertilización por hectárea entre las grandes naciones productoras. La tasa de reposición de nutrientes extraídos del suelo no llega al 25% en promedio. Según datos difundidos en la reunión realizada en la Bolsa local, sólo se repone el 25/30% del nitrógeno, 45/50% del fósforo, 1% del potasio y 7/10% del azufre.
El secretario de Agricultura, Miguel Campos, advirtió que la diferencia entre una agricultura sustentable y una actividad minera. El funcionario dejó en Rosario un concepto que sonó como preludio de algún anuncio. Dijo que la fertilización fosforada "debe ser considerada como un bien de capital más que como un bien de uso", debido a que su alta residualidad permite extender los beneficios de su incorporación a través de los años.
El mercado de los fertilizantes mueve en Argentina unos 500 millones de dólares y, pasada la crisis de 2001, retomó un ritmo de crecimiento interesante. Sin embargo, aunque el consumo se quintuplicó desde los 90, sigue siendo bajo. "Si se parte de que la reposición promedio es del 25%, se puede pensar que el consumo se tendría que triplicar", estimó Vollert.
Un trabajo de la Fundación Producir Conservando, presentado en el simposio, señala que el consumo al menos debería duplicarse si se quiere tener algo de suelo cuando se alcancen las 100 millones de toneladas. En Agricultura manejan algunas proyecciones. En el rubro nitrogenados, por ejemplo, se estima que hacia 2008 se debería pasar como mínimo de un consumo de cerca de 800 mil toneladas actuales a 1,3 millones en 2008, cifra que se elevaría a 1,7 millones si se fertilizara al 80% del área sembrada. La urea es el fertilizante más difundido. Pasa (que también produce fertilizante nitrogenado líquido) y Profertil, que tiene en Argentina la planta más grande del mundo, con una producción de 1,1 millón de toneladas, la producen en el país pero a la vez se exporta y se importa.
Le siguen en el mercado los distintos tipos de productos fosfatados. La Sagpya prevé para 2010 un consumo de 1,2 millón de toneladas de fosfato diamónico y un crecimiento importante de los superfosfatos, que en Argentina comenzará a producir Cargill.
Pero el simposio de Fertilizar no se limitó a repasar los números del sector. Durante dos días, profesionales de Estados Unidos, Uruguay y Argentina analizaron las nuevas estrategias de fertilización balanceada, considerada pilar de la producción sustentable.
Hernán Echeverría, del Inta Balcarce, señaló que el desafío de los próximos años será "avanzar en el conocimiento de los procesos que rigen la dinámica de carbono en el suelo y su relación con la disponibilidad de nutrientes y con el crecimiento de los cultivos; este es un desafío particularmente relevante bajo siembra directa".
Jorge Romagnoli, de Aapresid, llamó a medir los resultados económicos en lapsos de tiempo que contemplen "la variación productiva de los recursos involucrados en el proceso", incluido el suelo. Enfatizó que la fertilización dentro de un sistema de siembra directa con rotación de cultivos "deja de ser un gasto para ser considerada como inversión".
Para Vollert, "lo que tiene que quedar claro es que el fertilizante es un insumo más dentro de un esquema de producción, y más cuando uno quiere elevar los rendimientos unitarios". Dijo que hoy se apunta a a fertilización balanceada, pensando en el sistema de producción. Si bien existe mucha tecnología disponible, aclaró que "en Argentina estamos todavía un paso atrás, hay que aumentar las dosis promedio de fertilización". enviar nota por e-mail | | |