| domingo, 25 de abril de 2004 | Una manera fina de entrar en la sintonía Aunque siempre inventó sus modas y tendencias, Quentin Tarantino se suma con la segunda parte de "Kill Bill" al gran negocio de las segundas partes y secuelas, aunque desde un primer momento el director aclaró que se trataba de un solo filme y que había decidido partirlo en dos "volúmenes" para comodidad del espectador. La película se estrena esta semana en los cines de la Argentina, y en coincidencia con la apertura también esta semana sale el video y el DVD de la primera parte.
El segundo volumen retoma las andanzas vengativas de la Novia, la ex asesina que sale de un estado de coma y comienza la búsqueda y asesinato de su enemigos, dejándose para el final, como en el mejor de los western, al peor de los villanos, el Bill del título, que es interpretado por David Carradine.
El filme logró imponerse en la taquilla estadounidense del fin de semana de su estreno y en la Argentina es esperado como uno de los grandes estrenos del mes, por la ansiedad que generó la manera en que se lo presentó.
"Cuando se reúnen las dos partes en una película realmente resulta ser una épica tan grandiosa como lo realizado por David Lean. Todavía es el mundo Tarantino, pero en una escala diferente", dijo David Carradine, quien en esta segunda parte dejará de ser la presencia fantasmal que recorrió el volumen uno.
El actor también anticipó que, a pesar de los disparos y peleas, "Kill Bill" es simplemente una historia de amor. La que protagonizan Bill y Black Mamba, o la Novia, o Beatrix Kiddo, el personaje a cargo de la bella Uma Thurman, quien escapa de Bill en busca de una vida mejor pero sabiendo que entre los dos ha quedado el lazo indestructible de un hijo en común. enviar nota por e-mail | | |