Menem no se presentó y el juez ordenó la captura internacional

El ex presidente tenía que declarar ayer frente a Urso por presunta administración fraudulenta

El juez federal Jorge Urso pidió ayer a Interpol la captura internacional del ex presidente Carlos Menem, imputado por presunto fraude en la administración de fondos carcelarios, y ya inició el trámite para la extradición del ex mandatario, cuya suerte quedó en manos de las autoridades de Chile.

Urso, quien investigó la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia y mantuvo a Menem bajo arresto domiciliario entre junio y noviembre de 2001, rechazó la recusación que promovió en su contra la defensa del riojano, a quien había citado a declarar ayer a las 12.

El abogado Luis Paglietti, en representación de Menem, acusó al juez de "parcialidad" y le atribuyó una "enemistad manifiesta" con el ex presidente, que hace casi tres años fue detenido por Urso bajo cargos de asociación ilícita que luego fueron derribados por la Corte Suprema de Justicia.

Pero el magistrado, a quien la Corte arrebató en noviembre de 2001 el expediente por el contrabando de armas, rehusó apartarse de la investigación que tramita ahora contra Menem por supuestos ilícitos en la administración de fondos para la construcción de las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz.

Menem, de 73 años, había anunciado desde Chile que por cuarta vez faltaría a la audiencia a la que fue convocado por Urso, quien declaró ayer la rebeldía del ex presidente y, seguidamente, libró un oficio al Departamento Interpol de Policía Federal "solicitando la captura internacional" del ex mandatario.

Urso también diligenció a través de la Cancillería argentina un requerimiento para la extradición de Menem, quien reside en Isidora Goyenechea 3162 de Santiago de Chile junto a su esposa, Cecilia Bolocco, y su bebé Máximo Saúl.

Con todo, Menem no correría por ahora el riesgo de ser apresado en Chile, ya que el sistema procesal del vecino país exige dar trámite al pedido de extradición antes de disponer el arresto preventivo del acusado.

Por eso, la Justicia trasandina comenzará a instruir un expediente apenas reciba la documentación que Urso remitió por vía diplomática y, si considera que hay indicios sobre la comisión de un delito y pruebas suficientes en contra de Menem, recién entonces ordenaría el arresto con fines de extradición. La medida, en cualquier caso, podrá ser apelada por el ex presidente ante los tribunales de alzada y la propia Corte Suprema de Chile (ver aparte).

Ayer, mientras Urso redactaba el oficio para el arresto de Menem en el cuarto piso de los tribunales del barrio porteño de Retiro, una veintena de manifestantes reclamaba en nombre del riojano, en las puertas de la sede judicial, "basta de persecución política".

"Urso, tu maldad te ha cegado", rezaba una pancarta levantada por uno de los acólitos de Menem. Otra advertía: "Urso, con la vara que mides serás medido".

La defensa, en vano, argumentó que Menem "fue víctima de los inventos de vuestra señoría" cuando quedó bajo arresto en 2001, en una casaquinta de la localidad de Don Torcuato. Y adjudicó al juez "un estado de apasionamiento adverso" al ex presidente, quien sin éxito intentó que el magistrado se apartara de la causa sobre las partidas para la construcción de cárceles.

Molesto porque Menem -quien lo nombró juez federal en los 90- faltó ayer a la audiencia por segunda vez y logró aplazar otras dos indagatorias, Urso decretó la rebeldía del ex presidente y mientras esté vigente esa medida, el ex mandatario no podrá regresar al país porque quedará detenido apenas pise suelo argentino.

"Carlos Saúl Menem se vio posibilitado de adoptar libremente los recaudos necesarios para el ejercicio acabado de su derecho de defensa y conocimiento de la causa", escribió Urso, quien dijo que la fractura de húmero que afecta al ex mandatario "no determinan impedimento para su movilidad y traslado, ni aparejan riesgo alguno para realizar un viaje en avión" para presentarse en tribunales.

La defensa también planteó la nulidad del llamado a indagatoria pero Urso lo estimó improcedente.

El 31 de marzo Menem logró paralizar el proceso penal sobre el presunto ocultamiento de bienes al fisco y posible lavado de dinero, mediante una recusación al juez federal Norberto Oyarbide, instructor de la causa.

Pero ayer Urso adoptó otro criterio y decidió continuar con la investigación mientras sigue su curso el incidente sobre su recusación, que será definida por la Cámara Federal porteña.

La suerte de Menem depende ahora de la posición del gobierno de Chile.