| domingo, 18 de abril de 2004 | Cambio de roles Tiro Federal perdió la brújula ante el alicaído Unión Elbio Evangeliste / Ovación (Santa Fe - Enviado especial) De nada sirvió la seguidilla de cuatro triunfos. Menos aún el discretísimo presente de Unión. Lo de ayer fue todo al revés. Una realidad distorsionada. Tiro no es un equipo que se come a los chicos crudos ni mucho menos, pero tampoco un cúmulo de voluntades que deambulan por un campo de juego como en Santa Fe. 3 a 0 categórico. Inobjetable, tanto desde lo numérico como desde lo futbolístico. Sí, aunque parezca mentira, el alicaído conjunto tatengue aniquiló a un Tiro Federal que lo único que hizo fue pasear su sombra por la capital provincial.
La derrota no fue tomada como determinante por el buen colchón de puntos que los Tigres supieron conseguir en las últimas fechas, pero de cara al futuro bien merece ser analizada con detenimiento.
Y cuando se dice que se dio todo al revés, tiene que ver con que uno de los puntos más fuertes de Tiro era su valla invicta que hablaba de cierta solidez defensiva, la que Unión hizo trizas en apenas tres minutos, con el testazo de Alvez tras centro de Zapata. Punto de inflexión en el partido, porque si de algo se podía agarrar Tiro era de la desesperación de Unión.
Groseros errores defensivos, algunos minutos de un trato discreto de la pelota y mucha voluntad fue el común denominador de un Tiro que, cuando se lo propuso, pudo equilibrar las cosas. Pero todo fue demasiado efímero. Porque mientras Romano y García no lograban acoplarse del todo con Vacaría y Gareca, Peralta caminaba con mucha tranquilidad a espaldas del Chueco -ayer pagó realmente las consecuencias de jugar en un puesto que no siente-, bien acompañado del batallador Alves, quien tuvo otras dos chances de convertir en ese primer tiempo, por errores de Del Vecchio en una y Mariano González en otra.
Si Tiro no reaccionaba, el partido estaba a pedir de Unión, pero los Tigres no sólo no cambiaron su puesta en escena, sino que la empeoraron. Más claro: un cabezazo de Vacaría que se fue 5 metros arriba del travesaño fue su única aproximación del complemento.
Y esa imagen más alicaída todavía fue aprovechada por Pereyra, quien corrió 40 metros con la pelota y definió al primer palo, el mismo que debía cubrir Del Vecchio. Con esto el partido ya estaba liquidado a poco más de 15 minutos del final, pero como broche llegó el remate de Cuder desde 40 metros que el uno tirolense no pudo contener para que Flores sellara la goleada.
Fue, por lejos, lo peor de Tiro en el torneo. Justo en un partido que, lejos de ser fácil, aparecía como la chance ideal para seguir alimentando la ilusión de la promoción que igual está cerca. Pero nadie contaba con esta pasividad. La tarde pintaba para otra cosa, no para un cambio de roles como al final se dio. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vacaría supera el cierre del marcador de Unión. | | |