 | jueves, 15 de abril de 2004 | Apuesta arriesgada El espaldarazo de Washington al gobierno de Israel podría tener ramificaciones políticas tanto a nivel nacional como internacional. Tal vez le dé el apoyo de muchos conservadores y algunos votantes judíos en las elecciones de noviembre, pero es probable que inflame pasiones en el mundo árabe y dificulte la pacificación de Irak. Las declaraciones de Bush podrían suscitar también la cólera de los musulmanes, en momentos que intenta implementar su plan de devolver la soberanía a los iraquíes el 30 de junio, en medio de sangrientos enfrentamientos entre las fuerzas de la coalición liderada por EEUU e insurgentes shiítas y sunitas. enviar nota por e-mail | | |