 | jueves, 15 de abril de 2004 | Una empresa creada durante la dictadura militar El Invap fue creado en 1976, mediante un convenio entre la Cnea y el gobierno de Río Negro. En la actualidad su planta principal, situada en la ciudad de Bariloche, cubre una superficie de más de diez mil metros cuadrados.
La firma levantada en el parque nacional Nahuel Huapi tiene unos 360 empleados, en su mayoría científicos, ingenieros y técnicos especializados. A ello debe sumarse el aporte de unas 700 personas que trabajan en empresas asociadas, contratistas y proveedores.
La actividad principal de la firma es la construcción de equipamiento tecnológico de avanzada en el área nuclear para usos pacíficos, automatización industrial, control de procesos, sistemas para la aplicación medica, científica y espacial.
El Invap señala que no recibe subsidios y sus gastos operativos son cubiertos por las ventas de sus productos y servicios en el país y en el exterior.
El establecimiento exporta equipos de cobaltoterapia, así como equipamiento y sistemas de automatización para proyectos industriales. En el área de la tecnología espacial. Invap fue calificada por la Nasa para la realización de proyectos espaciales, como el diseño, construcción, ensayo y operación de satélites.
Pero, a partir del contrato firmado con Australia, Greenpeace realizó una investigación sobre los antecedentes de Invap, desde sus inicios durante la dictadura militar, hasta la actualidad. Los ambientalistas afirman que "su historia está plagada de capítulos oscuros" y que "su política de hechos consumados ha sido práctica corriente y ha confiado en sus fuertes vínculos políticos para subsanar las controversias que ha generado".
Acusaciones Juan Carlos Villalonga, encargado de asuntos nucleares de Greenpeace, acusa a la empresa de manejarse con "falta de transparencia, secretismo, amiguismo y lobby". Afirmó que Invap es "un producto de la dictadura militar que ha impulsado su negocios de una manera inescrupulosa" conjugando "los planes militares nacionales y los intereses bélicos de otros países".
Se señala la construcción "en secreto" de una planta para la producción de uranio enriquecido de Pilcaniyeu, los intentos de producir plutonio en el reactor instalado en Constituyentes y un plan para adaptar sistemas de propulsión nuclear a cuatro submarinos comprados a Alemania. Ninguno de estos proyectos llegó a concretarse, pese a las extraordinarias sumas invertidas". enviar nota por e-mail | | |