El Papa cargó la cruz en el Vía Crucis romano

En la liturgia del Viernes Santo, se pidió por los judíos, "elegidos por el Señor" entre los primeros

El Papa Juan Pablo II asistió ayer la celebración del tradicional Vía Crucis en el antiguo Coliseo de Roma, en uno de los eventos más significativos de las Pascuas católicas que atrajo a decenas de miles de fieles y turistas, y que esta vez se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad.

El Vía Crucis relata la pasión y la muerte de Cristo en catorce estaciones, que representan desde el momento en que fue condenado hasta su crucifixión y su entierro.

Como todos los años, entre las plegarias de esta liturgia del Viernes Santo, hubo una por los judíos, "elegidos por el Señor primeros entre todos los hombres a recibir su palabra".

Durante la ceremonia, se pidió por ellos, para que el Señor "les ayude a progresar siempre en el amor en su nombre y en la fidelidad de su alianza".

Después de la lectura de la Pasión, el predicador de la Casa Pontificia, Renato Cantalamessa, ofreció al Papa y a todos los presentes una larga reflexión sobre cómo la Biblia, y en particular el Antiguo Testamento, afronta el tema de la violencia.

El religioso reflexionó sobre las muertes y venganzas en la actualidad, así como sobre la violencia desatada en nombre de Dios.

Posteriormente, en el momento en que fue llevado al altar un pequeño crucifijo cubierto por una tela roja, el pontífice se levantó del sillón de sus apariciones públicas y se arrodilló para expresar adoración a la Cruz.

Para la última parte de la ceremonia, que duró en total dos horas y 15 minutos, el Papa tomó sitio de nuevo en la silla.

El Pontífice, durante el celebración de las distintas "estaciones" en el anfiteatro romano, cargó durante un breve lapso la Cruz, para luego presenciar el acto.

El Vaticano dispuso que la cruz fuera cargada durante las estaciones 12 y 13 por una joven española para conmemorar los sangrientos atentados del pasado 11 de marzo contra cuatro trenes en Madrid.

Juan Pablo II confesó ayer a 11 fieles en la Basílica de San Pedro. Dado que ya no puede caminar, fue trasladado en una tarima con ruedas dentro del templo. (DPA)

El Coliseo romano fue escenario del Vía Crucis.