| sábado, 10 de abril de 2004 | Clases públicas de las primeras maestras normalistas Eduardo Carvalho (*) Aún no se habían cumplido los tres años de la inauguración de la Escuela Normal -20 de abril de 1879- cuando egresan las diez primeras maestras rosarinas. Si bien los actos y festejos vinculados a este importante acontecimiento no alcanzaron el brillo de aquel primigenio 20 de abril, tuvieron destacada repercusión en la sociedad rosarina de ese tiempo. Se deseaba hacer conocer públicamente, hacer palpables, los resultados de la educación recibida por las nuevas maestras normales, por lo cual se decidió que cada una de las egresadas daría una clase pública a sus alumnas, acto que sería presidido por un tribunal examinador.
Estos eventos se llevaron a cabo en dos jornadas -11 y 12 de diciembre de 1881 - en horario nocturno y ante un numeroso público que, según las crónicas de la época, estuvo compuesto "por la sociedad más distinguida". El sitio elegido fue el patio central -un cuadrado de once metros de lado- del edificio escolar que entonces se hallaba situado en Rioja Nº 49-51, entre Buenos Aires y Juan Manuel de Rosas. Para la ocasión, el local estaba profusamente iluminado en el centro por una magnífica araña a gas y a los costados con luces de gas distribuidas regularmente.
El tribunal examinador lo integraban el inspector de escuelas Isidro Aliau, el prebístero Cayetano Giménez, director del Colegio Colón; la señora Luisa Tenry de Freret, directora de la Escuela Normal y otras personalidades locales vinculadas al quehacer educativo.
Durante la primera jornada -el día 11- las clases prácticas dieron comienzo con la de "física" a cargo de Elisa Castellanos, seguida por la de "aritmética elemental", dirigida por Manuela Ugarte. Correspondió a Dolores Fredrickson el tema "objetos de madera y cola" y a Juana Elena Blanco la clase práctica de "historia nacional", finalizando los actos de ese día con la clase de "fisiología" a cargo de María Portal.
Las clases prácticas continuaron el martes 12 con la de "lenguaje" guiada por Celestina Funes y la "lectura razonada" conducida por Corina Cossi. El turno siguiente correspondió a Angela Guastavino con su clase sobre "cálculos artiméticos", a quien siguió Graciana Burucua con la de geografía, cerrando el acto Natividad Andión conduciendo su clase de "botánica".
Como ocurría en aquel tiempo, en los festivales de fin de curso, los actos incluyeron números artísticos, exhibiciones gimnásticas, recitados, música, canto, etcétera, como así también discursos de circunstancia de los miembros del tribunal examinador. Estos discursos solían ser largos, floridos y podían incluir algunos latines: el tono general era siempre positivista, plenos de fe inquebrantable en el progreso humano.
Estos comienzos que constituyeron -al decir de las crónicas de la época- una "verdadera fiesta popular", concluyeron algunos días después en el local escolar con la entrega de diplomas llegados de Buenos Aires con la firma del ministro doctor Pizarro.
Dada la falta de maestros habilitados -suplida en parte por el arribo de educadores extranjeros con títulos obtenidos en sus países de origen- estas primeras maestras y las que siguieron, fueron ocupando poco a poco los puestos principales en la enseñanza pública y particular. En este grupo inicial se destacaron por su posterior actuación pública, Juana Elena Blanco, fundadora de la "Sociedad protectora de la infancia desvalida", Graciela Burucua, de importante tarea en la Escuela Normal provincial y Dolores Fredrickson, entusiasta educadora que llegó a desempeñar cargos directivos de importancia en las escuelas provinciales.
(*) Profesor emérito de la Escuela Normal Nº1
de Rosario. Miembro adherente de la
Junta de Historia de Rosario. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Frente de la primera sede de la Escuela Normal. | | |