Todos por Axel Blumberg

¿Todos? Ojalá hubiera sido así. Unas 1.500 personas se reunieron en la plaza 25 de Mayo con velas encendidas en un testimonio pocas veces conocido en nuestro medio: el sumarse pacíficamente a la lucha por la vida, la verdad y la justicia. No obstante, al desplazarnos por calle Córdoba, nos íbamos confirmando en la certeza de que podíamos haber sido muchos más... No estábamos todos... Pocos jóvenes, pocas familias. La peatonal se encontraba casi abigarrada con sillas y mesas de los bares aledaños (¿quién autoriza esto?) mientras la marcha pasaba ante las miradas indiferentes y las sonrisas de los escépticos e individualistas a quienes no les tocaba eso "del dolor compartido". En las esquinas se oían las bocinas de quienes intentaban pasar a toda costa, cortando la marcha. Felicito al ciudadano que se acercó a uno de esos impacientes y le espetó: "No vamos de paseo. Marchamos por todos, también por vos, para que en la otra esquina no recibas un balazo o te saquen el coche. No vas a pasar...". En la puerta de algunos institutos educativos los alumnos en recreo compartían sus bebidas y alfajores. Apenas entendían qué estaba pasando. ¿Y los educadores? ¿Nadie los movilizó solidariamente? Individualismo inveterado del que no saldremos hasta que el "otro" sea "alguien" por quien vale la pena jugarse. Por una cultura de la solidaridad que no nos permita caer en la amnesia ni en la indiferencia y exorcizar los recovecos siempre extraños de la mentira y la corrupción.

Beatriz Casiello