| domingo, 28 de marzo de 2004 | La noche que cantó para Pichuco "¡Muchachos, vengan que está Pichuco!", gritó el Gitano Juárez a sus compañeros cuando el colectivo que los traía de jugar un cuadrangular en Córdoba había parado a cenar en un restorán de Villa María. El plantel de Central bajó como los chicos cuando salen de la escuela y en un santiamén estaban compartiendo una inolvidable velada con Aníbal Troilo, en la que Haroldo La Rosa se dio el placer de despuntar su loco berretín y cantó tangos hasta las ocho de la mañana. "Traeme el fuelle", les pedía el maestro Troilo a sus músicos. "Pichuco era un fenómeno, no sólo como músico sino como persona. El era hincha de River y muy amigo de Pedernera, pero también era muy amigo del Gitano y cuando se enteró de que estábamos nosotros llamó a los mozos y les dijo que trajeran lo que les pidiéramos los muchachos, nos invitó a cenar y pasamos una noche inolvidable", recuerda Haroldo. enviar nota por e-mail | | |