Charlas en el Café del Bajo

-El jueves pasado el diario "La Nación" publicó con el título "Ni ángeles ni demonios" esta carta de los lectores: "El acto en la Esma, lejos de lograr la reconciliación nacional, ha puesto nuevamente el dedo en la llaga de una herida que se niega a cicatrizar. En nuestro país no hubo un solo demonio, hubo dos demonios, como muchos han dicho. y si es y será repudiable la actitud adoptada por los militares, también es y será repudiable la actitud adoptada por los grupos extremistas. No tengo odio ni busco revanchismo pese a que, desde mis 22 años, me muevo en una silla de ruedas que me acompañará hasta mi tumba. ¿Qué pecado cometí para estar atado a esta silla? El pecado de haber pasado, mientras me dirigía a la facultad, por el lugar en el que un grupo extremista había puesto una bomba en el preciso momento en que explotaba. Una de las tantas esquirlas que se incrustaron en mi cuerpo seccionó mi médula espinal y aquí estoy, tratando de olvidar y habiendo perdonado. La actitud del Gobierno de crear un museo de la memoria selectiva no pacifica los espíritus, como pudo verse ayer en el acto en la Esma. Es una brisa que enciende llamas lo que ya eran brasas. Es una actitud unilateral que no cumple el cometido propuesto. Cuando reconozcamos que nuestra lucha fraticida no fue una lucha entre ángeles y demonios, cuando reconozcamos que por ambas partes se cometieron atrocidades, cuando reconozcamos que nadie es inocente de lo ocurrido, entonces y sólo entonces podremos mirar para adelante. Patricio Mc Call".

-¿Y a qué viene esto, Candi?

-Yo he dicho que no se puede gobernar para el pasado y en el pasado. Muchos menos aún venir por la revancha. Lamentablemente, me da la sensación de que Néstor Kirchner parece tener su atención en tristes hechos ocurridos hace treinta años. Hechos que son una herida que, de acuerdo con lo que se observa, no tiene intenciones de cerrarse para siempre. Los resultados no pueden ser otros que dolorosos y se producen sucesos como el patético congreso peronista realizado hace unas horas en el que todos los argentinos observamos una escalofriante imagen: la primera dama de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, peleándose con Chiche Duhalde, la esposa de quien hace unos meses nomás impulsaba a Néstor Kirchner a la presidencia de la Nación. Las consecuencias son por todos conocidas: los gobernadores peronistas y muchos legisladores nacionales tomaron distancia del gobierno en unas jornadas bochornosas y José Manuel de la Sota sin pelos en la lengua les recordó a los ex montoneros que fueron los autores del asesinato de un hombre querido por Perón: José Ignacio Rucci. En el medio de la silbatina y el abucheo contra Cristina y el gobernador de Santa Cruz, Acevedo, algunos congresales se ocuparon, además, de espetarle a algunos muchachos ex montoneros presentes en el congreso que el general Perón los había echado del recordado acto en la Plaza de Mayo. "!Mocosos imberbes¡", bramó el general.

-Sí, y mientras esta gente se ocupa de estas cuestiones la realidad del país es la siguiente (a pesar de los esfuerzos del Indec para dibujar otro escenario): hambre, bajos salarios, merma del poder adquisitivo, suba de precios, suba de tarifas, falta de energía, robos a granel, secuestros diarios, asesinatos, narcotráfico impune, educación por el piso, salud en bancarrota y una injusta distribución de la riqueza; porque mientras algunos tiran manteca al techo otros buscan las sobras en los tachos de basura.

-A mí me sigue sorprendiendo Elisa Carrió: anteayer dijo que "tiene que haber verdad, justicia, reconciliación y paz, sin confrontación ni humillación". Y me sorprende gratamente que algunos dirigentes de izquierda muestren prudencia y mesura, coherencia y sensatez, como Luis Zamora y que se mantengan al margen de esto que en mi opinión no hace más que estresar y deprimir aún más a los atribulados argentinos. Bueno, a propósito de estrés y de angustias, para los que se interesan por estos temas los invito a entrar a www.charlasparalavida.com.ar, donde encontrarán material de interés y una nota del psiquiatra Hugo Lande sobre el éxito y el costo.

Candi II