Alternativas naturales para la artrosis

La Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que el 40% de las personas de más de 70 años sufre de artrosis de rodilla, 80% de los que padecen artrosis tienen alguna limitación del movimiento, y el 25% se ve impedido de realizar sus actividades habituales. El dolor en huesos y articulaciones se volvió un problema de salud pública preocupante. La Asociación de Reumatología de la Ciudad de Buenos Aires explicó que las llamadas enfermedades reumáticas son más de 160, aunque la más común es la artrosis (u osteoartritis), que causa discapacidad e inmovilidad y graves padecimientos. Se calcula que entre el 80 y 90% de las personas mayores de 65 años tienen alguna manifestación de artrosis, lo que representa en la Argentina 2.200.000 afectados.

La artrosis articular se caracteriza por una degeneración progresiva del cartílago y del hueso, y una inflamación crónica de las articulaciones afectadas, lo que causa dolor y rigidez. No se conoce la causa, pero la edad avanzada y la obesidad son factores que predisponen su aparición. Sin embargo, algunos de 40 años ya pueden presentar signos en las radiografías, y también los más jóvenes.

Los síntomas se desarrollan en forma gradual. Hay zonas más características: columna, manos, rodillas y cadera. Por lo general, comienza en los dedos, el cuello y la zona lumbar. El primer signo es el dolor, en particular después de hacer ejercicio, y la rigidez después de estar en reposo.

Por encima de los 45 años los hombres son más propensos que las mujeres a padecerla. Sin embargo, entre los 45 y los 55, las posibilidades empiezan a equipararse, mientras que por encima de los 55 afecta más las mujeres. En las mayores de 55 años es más frecuente y más grave.

Mitigar el dolor

Es posible mitigar el dolor y la discapacidad producidas por la artrosis. El conocimiento cada vez mayor del cartílago y la experiencia demostraron que es posible retardar, detener o prevenir el deterioro del cartílago característico de la artrosis. Existen pruebas en el sentido de que el restablecimiento del equilibrio normal en la sustancia matriz del cartílago puede influir positivamente en el curso de la enfermedad y en sus consecuencias.

Si bien no pone en riesgo la vida del paciente, el dolor limita funcionalmente las actividades cotidianas. Para aliviarlo se utilizan gran variedad de fármacos o se practican operaciones de cirugía ortopédica.

Según los especialistas, una combinación de complementos naturales (glucosamina y condroitinsulfato, de venta libre en la mayor parte del mundo), han demostrado retardar la evolución. Tanto la glucosamina como el condroitinsulfato son sustancias que consumimos en forma habitual y que incluso nuestro cuerpo genera en pequeñas cantidades, por lo que no producen efectos secundarios conocidos.