| miércoles, 24 de marzo de 2004 | Un caso muy parecido Setenta y dos horas antes de que Luis Varela fuera salvajemente asesinado por una banda de ladrones que llegó a su comercio de Cabín 9, otro panadero atravesó una situación similar. Pero en el caso de Alberto Arenas, sacado de su cama por dos delincuentes armados la madrugada del último sábado, no hubo resistencia y mucho menos armada. Entonces, el botín fue de 11 mil pesos y un tremendo susto, pero no costó ninguna vida. Arenas fue sorprendido mientras dormía junto a su mujer y su hija en la vivienda que tienen arriba de la panadería familiar, en Carriego al 400. Eran las 3 de la mañana del sábado cuando los asaltantes ingresaron a la cuadra y redujeron a los dos empleados que trabajaban en el lugar. Tras ello dos maleantes accedieron a la casa y a punta de pistola despertaron a todos los Arenas. La pretensión de los violentos visitantes fue puesta de manifiesto desde un primer momento: la plata y las joyas. Arenas no se resistió en ningún momento, tampoco exhibió armas de fuego. Le dio las llaves de la caja fuerte a los ladrones y éstos se alzaron con 11 mil pesos: "los ahorros que guardaba en casa porque los bancos no dan seguridad", le dijo el panadero a La Capital. enviar nota por e-mail | | |