| domingo, 14 de marzo de 2004 | Derrotó 3 a 1 al colista Deportivo Merlo y agrandó la diferencia Argentino sigue en la punta El equipo de Pablo Marini no tuvo un buen partido y recién pudo liquidarlo en los últimos 15 minutos Le costó más de la cuenta. El presente de este Argentino no ameritaba sufrir tanto, sobre todo teniendo en cuenta el escaso fútbol que puede desplegar el alicaído, tenue y colista Deportivo Merlo. Pero fue así. Y no por virtudes de la visita, que lo único que hizo fue tratar de abroquelarse bien atrás y ver si podía aprovechar alguna contra, sino porque los pibes de Marini sufrieron de amnesia futbolística durante gran parte del partido, sobre todo en el primer tiempo. Pero cuando Gauna marcó el 2 a 1, cuando apenas faltaban 15' para el final, ya no fue más partido. Al final fue 3 a 1 y la diferencia pudo haber sido mayor. En definitina un triunfo sin atenuantes, que sirve para seguir gozando de la soledad de la punta, incluso con una mayor diferencia.
Si Vázquez hubiera podido convertir a los 7' del primer tiempo la realidad hubiese sido otra, pero no fue, y como se trató de la única jugada clara de la primera mitad, el panorama se fue complicando con el correr de los minutos.
Los defensores, tranquilos. Pero de mitad de mitad de cancha hacia adelante había problemas. Rubio desconectado del partido, Chacón y Martínez sin poder desequilibrar y Amaya y Vázquez chocaban contra la defensa de Merlo fueron las postales. Resumiendo: control del balón, pero falta de claridad en los metros finales.
"Cuando entre la primera...", se escuchaba en la platea en el entretiempo. Y la primera entró a los 42 segundos del complemento. Claro que nadie imaginaba el descuido de la defensa salaíta y el oportunismo de Iwanski un minuto y medio más tarde, en la única llegada de Merlo en todo el partido.
Argentino tenía todo para ganarlo. Lógico, había que hacer los goles. Pero hubo dos aspectos fundamentales. El primero que el equipo no se desesperó, el segundo, la muñeca de Marini a la hora de realizar los cambios. Porque los ingresos de García y Gauna fueron vitales, pero más aún el de Villarreal, quien marcó presencia en la mitad de la cancha, quitó, jugó e hizo jugar a sus compañeros.
Así, lo que tenía que llegar llegó. A los 31' Gauna aprovechó la pifia de Faría para marcar el 2 a 0 y ocho minutos más tarde Vázquez -goleador del torneo con ocho tantos- empujó al gol tras el desborde de García.
Ya no era partido. Era baile. La diferencia entre ambos equipos fue la que se vio al final. Si no se dio antes fue porque nadie esperaba la baja producción de Argentino, sanamente subsanada con mucho trabajo y perseverancia. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vázquez festeja el primer tanto del equipo salaíto. | | |