| domingo, 07 de marzo de 2004 | Poesía Tobías Burghardt, letras de acá con tinte alemán Ya tradujo a Olga Orozco, Alejandra Pizarnik y Roberto Juarroz. Ahora el poeta y escritor hizo lo mismo con la antología poética "Huellas en el agua", de Juan Gelman Jorge Boccanera Poeta y traductor, el escritor alemán Tobías Burghardt acaba de dar a luz en su país la antología de la poesía de Juan Gelman al alemán, "Huellas en el agua", que se agrega a una intensa labor de traducciones que abarca a varios autores latinoamericanos, entre ellos los argentinos Olga Orozco, Roberto Juarroz, Antonio Porchia y Alejandra Pizarnik.
Su relación con esta parte del continente americano tienen que ver con su adolescencia en Bolivia en el marco de un intercambio escolar. Fue cuando realizó sus primeras traducciones y de regreso a Berlín estudió letras latinoamericanas. Rememorando esos inicios, Burghardt comenta ahora: "Traducir siempre fue una necesidad interior para comprobar la lectura bilingüe y vivir en ambos mundos culturales. Mi primer libro traducido fue el «Coloquio de los Centauros» de Rubén Darío, como reverencia al inicio de la poesía moderna de América Latina".
En Buenos Aires Su relación con el Río de la Plata es también estrecha ya que vivió en los años 80 en Buenos Aires trabajando en un colegio de San Isidro. En un taller de literatura bonaerense escribió sus primeros poemas y tradujo versos de Rilke, Hofmannsthal y Morgenstern. Luego se enamoró de una porteña, Jona, con raíces alemanas y judías. "Su bisabuela y mi abuela sobrevivieron juntas el campo de concentración de Terezín. Trabajamos como co-traductores e impulsamos la edición alemana de las obras completas de Antonio Porchia y Alejandra Pizarnik", comenta.
Además de "Huellas bajo el agua", publicado en alemán por la editorial Teamart, Burghardt tradujo "Dibaxu" y un dossier sobre el poeta argentino: "La poesía de Gelman me llegó en los tardíos 90. En la costa catalana tropecé con «Dibaxu», me gustó tanto que, leyendo sus versos en sefardí, escuchaba la versión alemana y pronto entregué los poemas trilingües a una editorial".
"Trabajar en la poesía de Gelman -afirma el traductor- es un placer creativo, jamás se detiene en una exigencia poética, se interroga continuamente a sí mismo y a la vez interroga las posibilidades de la poesía misma. Es un desafío personal de compartir dolores y vacíos. Me gustaría traducir su libro «Com/posiciones»".
Respecto a otros autores argentinos, aclara que con Jona, su esposa, "hemos traducido poemas sueltos de unos treinta poetas y estamos mirando las posibilidades de editar antologías personales de otros autores más jóvenes".
"Antes del trabajo nuestro -menciona- existían algunos pocos libros traducidos, hoy por otro lado agotados. Recuerdo algunos de Alfonsina Storni y Oliverio Girondo, y la obra completa de Jorge Luis Borges; también había un libro de Gelman, pero una muestra de su obra temprana".
A comienzos de los 90 "empezamos a traducir diez poemarios de cinco autores argentinos, dos breves antologías de quince poetas en revistas alemanas y un dossier sobre letras judeo-latinoamericanas, la mayoría con autores argentinos".
Con otros autores La idea de Burghardt es continuar traduciendo antologías de grandes poetas, compilar una suma amplia de poesía argentina de autores posteriores a Borges y una antología judeo-argentina. También se encuentra preparando "poemarios del mexicano José Emilio Pacheco, de la cubana Reina María Rodríguez y del brasileño Haroldo de Campos".
Entre la poesía europea y la de América Latina de las últimas décadas, señala una brecha de intensidad y experiencia de vida: "Varios poetas europeos transportan tecnologías poéticas ajenas a la condición humana, a veces incluso intraducibles, impregnadas de su propia linguística. En cambio en América Latina, la velocidad de la vida y los abismos de la muerte, son constantes. Yo busco algo intenso, personal y dinámico en la imaginación poética".
El poeta y traductor alemán se ha "aporteñado": en sus textos vertidos al español aparece una galería de elementos reconocibles: el colectivo, el bandoneón, el tango, Cortázar, Piazzolla. "Me siento muy cercano al río -dice-, al vasto sur, a las luces y el ritmo de las calles de Buenos Aires. Descubrí con el correr de los años, una migratoria y sumergida vena judía con mis queridos hermanos porteños. La Argentina refleja para mí una posible síntesis latinoamericana y europea que me hace sentir muy familiar como si mi experiencia personal encontrara un lugar en el espacio". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Burghardt asegura que le gusta vivir en dos mundos culturales diferentes. | | |