La manifestación de una violencia imperecedera

El Rayo Misterioso estrena "La consagración de las Furias"

El grupo El Rayo Misterioso estrena hoy, a las 21, "La consagración de las Furias", en su sala de San Martín 473. La propuesta, según adelantó el director Aldo El-Jatib, es una búsqueda sobre la manifestación de la violencia en la cultura. La obra estará en escena los sábados, a las 22, y los domingos, a las 21.

La obra cuenta con la dramaturgia y dirección de El-Jatib y el trabajo actoral está a cargo de Ada Cottu, Natalia Miguel, María de los Angeles Oliver y José Pierini, quienes interpretan a las Furias Tisífone, vengadora del crimen; Megara, de los celos, y a la colérica Alecto.

El grupo partió de la propia información y conflictos planteados por los actores durante el proceso de creación. En ese sentido, el director explicó: "Había una idea estructural que surgió del entrenamiento. Normalmente se toma un texto y se evalúa la manera de abordarlo. Nuestro trabajo es al revés: extraemos la esencia de lo que va surgiendo durante los entrenamientos y así aparecieron las tres Furias".

La mitología describe a las Furias como seres justos, pero despiadados, que vengaban las faltas de los humanos. Sobre los riesgos que implica hacer referencia a mitos de la antigüedad clásica, el director explicó: "Tratamos de ponerlos no como esfinges de mármol, sino abordarlos desde la cotidianidad".

"Si tomamos la esencia del mito de la persecución, es algo que aparece de distintas maneras y en distintos autores -añadió-. En Sartre, son las moscas que persiguen sin dar tregua. Con las Furias es esto. Tomamos esta situación de la persecución implacable de estos personajes vengadores".

Según el director, el modo de abordaje de los temas por parte del grupo es complejo, pero permite hallar significados nuevos para temas conocidos. "Desde el punto de vista dinámico es más difícil porque no hay una estructura visible -dijo-. Eso provoca que transitemos por filos aparentemente inseguros. Cuando la dramaturgia se construye de esta manera implica más riesgo, pero permite que aparezca la originalidad. La potencia de la comunicación de este modo de trabajo sólo es posible con el compromiso de los actores que dejan todo su cuerpo y su individualidad en escena".

Aldo El-Jatib, director y dramaturgo.