Punto de vista: Los detectives eliminan al rey

Fernando Toloza / La Capital

En una época el cine se nutría de Shakespeare. Adaptaciones, saqueos varios, horrores, comedias aburridas y cada tanto una pequeña dosis de talento. Ahora, como han señalado algunos diarios en Estados Unidos, ese podio de la influencia es ocupado por las series de televisión de los años 70 y 80. En vez de explotar el mundo de reyes, sirvientes, traiciones, amores equivocados y travestis, la fábrica hollywoodense rinde honor a los programas de la pequeña pantalla.

En abril llega a la Argentina "Starsky y Hutch", protagonizada por Ben Stiller y Owen Wilson, y los próximos dos años prometen otras adaptaciones de la TV al cine, entre ellas la fatal "Los duques de Hazard". Igual, no habrá que esperar tanto porque abril también trae otro pequeño homenaje: "Scoobie Doo 2", con lo cual algún padre sentirá en carne propia, al llevar a sus hijos al cine, el verso de T.S. Eliot que dice que abril es el mes más cruel, pero no porque mezcle deseo y memoria sino porque el bobalicón perro digital volverá por más scoobygalletas y para resolver elementales casos de misterio, donde el villano casi siempre usa una máscara (¿No habrá nadie que pueda mejorar ese guión?).

No se trata de que antes la influencia era más culta y ahora se va por un camino de pobreza. Los dos tipos de adaptaciones dejan de lado la apuesta a las historias originales. Las películas más recordadas y queridas casi siempre se basaban en textos más o menos anónimos, o eran creadas por guionistas que también eran directores. No hacía falta ese falso prestigio de "basado en...".

De todas maneras, no hay que subestimar el papel que "Starsky y Hutch". ¿Cuántas tardes infantiles y juveniles fueron salvadas por los dos detectives? ¿Cuántos chicos y grandes soñaron con el auto, esa especie de Chevy con una raya blanca digna de una marca de ropa deportiva? Los adultos de hoy, que están entre los 30 y los 45 años, crecieron viendo a "Starsky y Hutch", pero eso no da derecho a creer que el pasado es mejor que el presente o que el futuro. ¿Quién sabe qué nuevo tipo de espectador se formará después ver los filmes basados en las viejas series?