 | domingo, 07 de marzo de 2004 | Cine / Crítica "Tierra de sueños": La injusticia del destino Fernando Toloza / La Capital La tristeza domina la nueva película de Jim Sheridan ("Mi pie izquierdo"), donde una familia irlandesa llega a los Estados Unidos arrastrando la muerte de su hijo de cinco años y en busca de un futuro mejor.
Narrada en gran parte desde la perspectiva de una niña, la película tiene un trazo emotivo fuerte que descuida el despliegue de los personajes. El papel a cargo de Djimon Hounsu (nominado al Oscar por este rol) comienza con mucha fuerza pero se diluye rápidamente. Hounsou interpreta a un artista negro que grita encerrado en su cuarto cuando siente que no puede obtener la belleza en sus cuadros o retratar el sufrimiento que lo aqueja. El planteo atrapa, pero Sheridan resuelve la secuencia demasiado rápido.
Siempre al borde del golpe bajo, gran parte de esa sensación se pierde cuando se recuerda que el director usó su experiencia biográfica para esta película que cuenta con guión de sus hijas. Entonces el filme se transforma en una historia real que conmueve por ser un caso auténtico, porque cuenta la injusticia del destino que tronchó una vida en proyecto. Pero desde el mundo ficticio, "Tierra de sueños" no termina de convencer. La emoción la domina, cosa que no está mal en la vida, pero que en el cine funciona mejor cuando el director sabe desarrollar su historia sin lágrimas en los ojos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |