| domingo, 07 de marzo de 2004 | El gobierno daría una señal de acercamiento al FMI El gobierno comenzó a analizar el decreto que designa tres entidades financieras que intervendrán en la renegociación de la deuda pública, en una señal de acercamiento al FMI con quien se plantean ahora 48 horas de máxima tensión.
La designación de los asesores financieros es un reclamo que le realizó la titular interina del FMI, Anne Krueger, al ministro de Economía, Roberto Lavagna, apenas asumió su cargo tras la salida de Horst Kolher la semana pasada.
Fuentes gubernamentales precisaron que el decreto se estaría analizando a nivel de la Secretaría de Legal y Técnica para luego pasar a instancia política final a cargo del presidente Néstor Kirchner.
El próximo martes se producirá un vencimiento de 3.100 millones de dólares, que como forma parte de una refinanciación anterior, legalmente es impostergable.
Mientras el gobierno argentino pide señales al organismo de que aprobará las metas de la segunda revisión del actual programa iniciado en setiembre de 2003, los directivos del FMI exigen avances en la negociación con los privados.
Según la carta de intención, en junio debería quedar cerrado el acuerdo con los privados, porque de lo contrario podría caerse el programa con la Argentina.
En esa línea, voceros del Palacio de Hacienda informaron que el texto del decreto hace varios días que está a la firma del presidente.
La medida dispone la designación de los bancos Merrill Lynch, UBS y Barclays como representantes del país en la renegociación de la deuda ante los tenedores de bonos en default.
El gobierno tendría que definir por estas horas las denominadas "cláusulas de salida", que establecen las condiciones en que las entidades podrían desistir de la operación y tener derecho a cobrar su comisión.
Por otro lado el organismo además pide que el gobierno reconozca al Comité Global de Bonistas Argentina y que se admita un mínimo del 70 por ciento de participación de acreedores en la reestructuración de la deuda privada.
Bajo ese planteamiento, en el gobierno se maneja la idea de continuar hasta el mismo martes a la espera de un "guiño" de Krueger, de que se va a avalar las metas argentinas.
De lo contrario, se dispondría entrar en default "técnico" y responsabilizar al Grupo de los Siete (G7) por la caída de la Argentina.
Incluso funcionarios del gobierno operaron un rumor sobre un supuesto Plan B, el cual prevería dejar de pagar los vencimientos al FMI y con ese dinero (unos 7.000 millones de dólares) atender los servicios de deuda post default.
No obstante, fuentes de dos ministerios consultadas por esta agencia dijeron desconocer tal plan.
Un funcionario del Palacio de Hacienda señaló que "ese tipo de información no surge del Ministerio de Economía". (DYN) enviar nota por e-mail | | |