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 domingo, 29 de febrero de 2004

Perspectivas
Familias del mismo sexo

Andrea Delfino

"Padres como los demás" (Homosexualidad y parentesco). Anne Cadoret. Gedisa Editorial, Barcelona, 2003, 189 páginas.

Este trabajo de la etnóloga e investigadora francesa Anne Cadoret explora el vasto universo de significaciones, representaciones y contradicciones socialmente construidos en torno a la última figura familiar surgida: la familia homosexual. La investigación está enmarcada en las profundas modificaciones que viene experimentando la estructura familiar en las últimas décadas. Para Cadoret, desde hace tres décadas se imponen o emergen nuevas formas de familia: parejas de hecho, familias mixtas, adoptivas, de acogida, familias que recurren a la procreación asistida, familias homosexuales.

Estas nuevas situaciones estarían demandando de la sociedad una mirada diferente hacia el futuro, pero también una revisión del pasado que construyeron y, simultáneamente, las construyó. En la vasta bibliografía etnográfica recorrida por la autora es posible encontrar una definición mínima de parentesco, concepto del que la familia no es sino una manifestación: el parentesco es el sistema que atribuye unos hijos a unos padres, y unos padres a unos hijos.

Según las épocas y las culturas, esta relación combina de modo diferente tres elementos: el matrimonio, la filiación y la residencia. La terminología del parentesco revela un sistema de clasificación de los individuos, de posiciones estructurantes diferenciadas, ya que cada sociedad elabora su propio sistema y sus principios de categorización de los parientes próximos y lejanos. Estas estructuras sociales recurren a ciertos criterios de clasificación, en función del modo de simbolización privilegiado para expresar en cada sociedad la organización del parentesco. La emergencia de esta nueva figura familiar que reivindica una sexualidad no procreadora, es decir que reivindica el principio que las relaciones sexuales no son ni podrán ser relaciones de procreación, estaría revelando para Cadoret el núcleo esencial de nuestro sistema de parentesco: el cuerpo.

La familia homosexual, es decir, los padres homosexuales y sus hijos, puede configurarse de cuatro formas: puede surgir 1) a raíz de una formación familiar mixta con un compañero del mismo sexo tras una unión heterosexual; puede proceder 2) de un sistema de coparentalidad en el que gays y lesbianas que viven solos o en pareja se ponen de acuerdo para tener un hijo que se criará entre las dos unidades familiares, materna y paterna; también puede establecerse gracias 3) a la adopción de un niño y 4) al nacimiento de un hijo engendrado con técnicas de procreación asistida, a través de inseminación artificial con donante o madre de alquiler.

Estas nuevas configuraciones familiares pondrían en cuestión la concepción plurisecular del matrimonio occidental en la que se superponen sexualidad, procreación y filiación. Los nuevos escenarios acarrean por el momento más dudas que certezas: ¿el parentesco y la parentalidad se construyen de manera definitiva e irremediable sobre los conceptos de madre y padre/masculino y femenino?; ¿es posible una forma de estructura familiar, en las que el niño, aunque nazca todavía de la unión de lo masculino y lo femenino, no viva por completo o no viva nunca con un padre y una madre, sino con dos madres o dos padres?

De las entrevistas a miembros de la Asociación de Padres y Futuros Padres Gays y Lesbianas de Francia, surge que cuando las parejas homosexuales reivindican el reconocimiento de una posición parental para cada uno de los dos miembros de la pareja, no exigen únicamente el reconocimiento de una función de parentalidad, sino también la proclamación de su posición de parentesco y de un acuerdo de pareja, que ya no pasa por la complementariedad sexual, reflejo de la complementariedad del engendramiento.

Sin embargo, esta investigación también permitió constatar que las mujeres continúan dedicando a sus hijos el doble de tiempo que el que dedican los hombres. En definitiva, estos nuevos acuerdos conyugales y familiares no escaparían de la reproducción de la división sexual del trabajo y, consecuentemente, de la reproducción de una relación jerárquica y asimétrica de los roles sexuales.

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Cindy y Mary festejan junto a su hija Lilly su matrimonio realizado en San Francisco.

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