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 domingo, 29 de febrero de 2004

La importancia de la publicidad

La Academia premia hoy lo que considera lo más destacado del cine 2003. Pero la institución no siempre fue famosa por reconocer a sus mejores talentos.

Cuando los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas premien a sus favoritos esta noche, ninguna de las estrellas que se lleve una estatuilla dorada querrá ser recordada como alguna de las "ovejas negras" que Hollywood ha galardonado.

Muchas veces, movidos por un excesivo sentimentalismo o seducidos por una buena campaña de publicidad por parte del artista, los votantes se han inclinado por elegir a los ahora considerados "horrores" del cine.

"La academia ha premiado a películas pésimas como «Save the Tiger» (1971) o "Días de furia" (1998)", dijo el experto en estos premios Tom O'Neil.

"Pero la Academia quiso rendirle un tributo a Jack Lemmon y a James Coburn y y así fue", añadió.

Ningún experto de cine entiende, por ejemplo, cómo la película "Aeropuerto" (1970), que narra una tragedia aérea, tuvo diez nominaciones a los Oscar y ganó una estatuilla. Burt Lancaster fue muy franco cuando se enteró de la nominación de la película "Aeropuerto", que él protagonizó. "No sé por qué fue nominada. ¡Es la peor basura jamás realizada!", exclamó.

"La campaña publicitaria es muy importante. Es como una elección. Sabemos a veces cómo llegar al corazón de los votantes" de la Academia, dijo Anthony Mora, fundador de una empresa especializada en la "fabricación" de estrellas.

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