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 sábado, 28 de febrero de 2004

Opinión: Si hay reglas que no las transgreda

"Me espera un ratito, por favor", le pidió el periodista de Canal 5 Alberto Furfari a Gallego, cuando este iba a empezar a dar el equipo, al ver que su camarógrafo tuvo un pequeño problema con el lente. Nada del otro mundo, ningún pedido que mereciera esta respuesta del técnico de Newell's. "Si empezamos así...Yo no quiero estar esperando a cada uno. No creía que estaba tan difícil Rosario...", se quejó sin ocultar su fastidio, el que luego intentó atenuar agregando: "Vengo con buena onda, eh!". Menos mal.

La reacción del entrenador leproso resultó desmedida pero sirve como testigo. Le molesta el trato con la prensa, queda claro, y además se contradice. Por un lado asegura que atenderá sólo los martes y viernes, y por el otro asiste a programas televisivos un jueves o efectúa declaraciones en radios de Buenos Aires. Por un lado manda a decir a través de su secretario técnico que sólo responderá dos o tres preguntas a la salida del entrenamiento de ayer y por el otro después de las mismas (fueron muchas más, justo es decirlo, y respondidas sin casete) brinda una exclusiva a otro medio con todo el tiempo del mundo.

Gallego puede hablar con quien quiera pero sería bueno, si fija reglas, que él mismo no las transgreda. Otro ejemplo de ello en los pocos días que está de vuelta en la ciudad, fue el entrenamiento de ayer. Si manda a decir, siempre a través de su secretario técnico, que sólo el miércoles y jueves los trabajos serán a puertas cerradas, no puede hacerlo también el viernes sin siquiera avisar, porque de esa manera dispone del tiempo de los periodistas a su antojo.

Gallego también tiene todo el derecho del mundo a poner muros, si así lo considera, para que nadie ose descubrir las ideas que pergeña para ganar los partidos, pero lógicamente deberá entender que esa medida no caerá simpática a quienes trabajan para informarles lo que pasa con su equipo a los hinchas de Newell's, a quienes en definitiva se debe también el técnico, además de a sus empleadores y al grupo que maneja. Más si es una norma y no una excepción.

De eso se trata. Reglas claras y para todos igual. Después, si tanto misterio le sirve a Newell's para ganar, bienvenido sea.

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