| sábado, 28 de febrero de 2004 | Opinión: Tiempo de administrar recursos Mario Candioti / Ovación De lo emotivo a la realidad hubo un paso. El festejo largo y emocionante de Mariano Messera al final del partido no logró evacuar de la mente del hincha la imagen de un Central al que le costó más de la cuenta llegar a un empate que, por momentos, se hizo impensado para muchos. Faltó vuelo y sobraron nervios.
Ezequiel ya no está, hay que convivir con eso pero no se puede seguir machacando sobre el concepto. La generación del fútbol canalla recae desde entonces en Pablo Vitamina Sánchez y Mariano Messera. Y anteayer, mientras el primero estuvo solo en la generación del circuito futbolístico se notó un marcado desbalance que sólo se equilibró cuando Messera ingresó en el segundo tiempo.
Antes, por las características de los interlocutores, Central no había encontrado el plan alternativo para, por abajo, entrarle a una defensa literalmente compacta como la de Sporting Cristal. Había mucho traslado de pelota, mucho manejo, mucho dominio, pero las jugadas no lograban cerrarse. Podrá decirse que Central tuvo numerosas jugadas claras como para definir el partido, pero fueron producto de una sostenida presión no sostenida desde un buen volumen futbolístico.
Algo que sí tuvo con Messera y Sánchez. Porque Mariano le aportó claridad conceptual al juego canalla y Vitamina -sin tener una noche muy iluminada- terminó siendo un buen aliado.
Pero si Central tuvo momentos en que la generación de juego le costó más de la cuenta, también es de destacar que tuvo problemas en la definición. El Chaqueño Herrera nunca le encontró la vuelta al partido y terminó absorbido por la marca peruana. Belloso se mostró más movedizo, buscando crear espacios, pero con su despliegue no fue suficiente.
Y en el ítem del debe también debe citarse un nuevo paso en falso de Julio César Gaona en el gol del Sporting Cristal, aunque en este caso la culpa fue compartida con el defensor que debía tomar la marca de Luis Bonnet, en ese caso el boliviano Ronald Raldes.
El arquero misionero ya había sido cuestionado por sus fallas en los goles de Santiago Bianchi -primera fecha del Clausura ante Vélez- y de Neri Cardozo -segunda fecha del torneo, en el Gigante, ante Boca- y el jueves salió de manera tardía y Bonnet no lo perdonó.
Así está Central, el que parece funcionar con Vitamina y Messera juntos. El que mira con recelo su arranque en el Clausura y que se ilusiona con la Libertadores. El que debe administrar los recursos futbolísticos de la mejor manera posible para no levantar cabeza en un frente y para afianzarse en otro. enviar nota por e-mail | | |