Atletismo: Balliengo lanza en otra dirección

El rosarino continuará su entrenamiento en Santa Fe bajo las órdenes de Adrián Marzo

El atleta rosarino Jorge Balliengo se radicará desde hoy en Santa Fe para continuar sus entrenamientos en busca de su principal objetivo que es clasificar a los Juegos Olímpicos de Atenas. Divergencias con su entrenadora Graciela Scaglia y su cambio por el santafesino Adrián Marzo lo empujaron a esta decisión. Que tuvo sus contratiempos porque la beca que le asignó la nación fue menor de lo esperado. Los 300 pesos que empezará a cobrar le sirven de poco pero la buena voluntad de su nuevo conductor le facilitaron los próximos pasos a seguir.

"Con el tercer puesto en el Sudamericano del año pasado y mi actuación en los Juegos Panamericanos (quinto puesto) esperaba más plata", señaló con desazón Balliengo. Es que especulaba con que le otorgarán más dinero y así pagarse su hospedaje en Santa Fe ya que con una beca de la municipalidad (120 pesos durante nueve meses al año) y otro de la provincia (150 mensuales) no le alcanzaban para costearse los entrenamientos, comidas y complejos vitamínicos. La buena voluntad del entrenador y a la vez atleta Adrián Marzo y de su padre Carlos de darle albergue en su casa le solucionaron el problema.

Balliengo aún espera que la Secretaría de Deportes de la Nación revea el dinero que le va a destinar teniendo en cuenta sus antecedentes y el crecimiento vertiginoso que tuvo el año pasado. Proceso que realizó junto a la entrenadora Graciela Scaglia de quien se separó "porque me dijo que no podía seguir más conmigo". La relación no terminó del todo bien pero Balliengo aseguró, para evitar conjeturas, que "a mí no se me ocurrió abandonarla justamente en este momento cuando queda tan poco para los Juegos Olímpicos", el principal desafío del rosarino, "porque sería contraproducente para mi preparación estar probando con otro entrenador sobre la marcha".

Desde comienzos de año Balliengo empezó a viajar a Santa Fe cuando la Confederación Argentina de Atletismo convocó al entrenador ruso Stanislav Bosniack, que reside en Chile, para la planificación de los entrenamientos de los lanzadores argentinos. Bosniack fue artífice de uno de los momentos de mayor esplendor del atletismo ruso. Hasta que el atleta rosarino optó por radicarse en forma permanente en la capital de la provincia. "Sé que hay varios que están molestos porque me voy de la ciudad. Pero si acá no me ofrecen nada. Muchos piensan que quiero representar a otra ciudad y no es así, voy a seguir corriendo siempre para Rosario. Ahora no sé si este año voy a intervenir en alguna competencia que se realice acá".

Molesto porque no considera que no tiene el respaldo necesario, Balliengo viaja hoy a Santa Fe para entrenar, mejorar su registro (60.89 metros) y alcanzar la marca B de 62.55 metros (un sólo cupo por país) o la A de 64 (no hay límite de atletas) que lo habilitaría para estar en los Juegos Olímpicos, siempre y cuando consiga una medalla en los Juegos Iberoamericanos, según estableció la Confederación Argentina.

El lanzador de discos se quejó de la falta de respaldo de la ciudad.