| miércoles, 25 de febrero de 2004 | El fantasma de Rasputín vaga por su casa de San Petersburgo "El fantasma de Rasputín sigue estando aquí, a veces nos toca el hombro cuando pasamos por el pasillo", asegura Alexandre Dumchenko, uno de los habitantes del piso que ocupara antaño el monje consejero del último zar de Rusia.
En el número 64 de la calle Gorojovaya, en pleno centro de San Petersburgo, Grigori Rasputín, el poderoso consejero de Nicolás II y de la zarina Alexandra Fedorovna, recibía hasta 400 visitantes por día. El edificio fue transformado en la época soviética en viviendas comunitarias. El amplio piso alberga hoy a tres familias, entre las cuales la de Alexandre Dumchenko, pintor y gran admirador del monje. "Yo quiero a Grichka (Grigori Rasputín). Tengo algo en común con él: ambos venimos de una familia de campesinos, él de Siberia, yo del Ural", dice sonriendo Alexandre.
"Aquí Grichka rezaba a Dios y recibía mujeres", agrega Alexandre, que vive en el departamento junto con su esposa y su hija de 14 años. Varios cuadros que representan a Rasputín adornan las paredes. Son obras del propio Alexandre. Al pie de uno hay velas, flores artificiales y fotos del zar y su familia.
"Son cosas que dejaron aquí admiradores", dice Dumchenko, explicando que muchas personas vienen para visitar las que fueron las habitaciones de Rasputín. "Entre ellos hay simples curiosos, pero también mujeres un poco extrañas y gente de sectas religiosas. Algunos creen que el alma de Rasputín va a ayudarlos".
Rasputín (1865-1916) adquirió reputación de taumaturgo y una gran influencia sobre el zar y la zarina al aliviar los ataques del zarevich Alexis, enfermo de hemofilia. Llegó a tener un enorme poder, que muchos consideran contribuyó a la decadencia del régimen imperial. Fue asesinado el 16 de diciembre de 1916 por el príncipe Félix Yusupov. (AFP) enviar nota por e-mail | | |