| miércoles, 25 de febrero de 2004 | La lluvia no empañó la fiesta de carnaval en Río de Janeiro Hoy el jurado anunciará qué escola do samba ganó la competencia carioca. El lujo y el sexo dominaron el desfile Una lluvia tropical empapó el plumaje y el colorido vestuario de los bailarines, pero hizo poco para empañar el espíritu de carnaval en la última noche (que terminó en la mañana de ayer) del desfile en el sambódromo de Río de Janeiro.
Las plumas de avestruz que adornaban a un grupo de semidesnudos bailarines en gigantescas carruajes no tenían tanto brillo, pero las reinas de la belleza, refrescadas por la lluvia, parecían brillar con una doble dosis de entusiasmo. "El disfraz debe pesar unos 15 kilos más debido a toda el agua que cayó sobre nosotros, pero vale el esfuerzo", dijo alegremente Katia Guimaraes, de 26 años, vestida como un ave tropical.
El carnaval está marcado por el lujo, pese a su origen humilde, y el sexo. Cada escola do samba tiene unos 4000 integrantes, incluyendo unos 300 percusionistas con instrumentos que van desde enormes tambores hasta otros del tamaño de la palma de la mano. Una "reina" que marcha al frente generalmente vistiendo nada más que zapatos de tacos altos y un parche brillante que cubre la zona genital, es la atracción especial de cada escola que compite por el primer puesto.
Dragones chinos, castillos medievales, grandes tigres rugientes, guerreros en vestimenta celta, dioses afrobrasileños e indios nativos marchan sin detenerse, en una imagen que deja a los turistas con los ojos bien abiertos y ayuda a los brasileños a olvidarse de sus tristezas de todos los días.
La escola campeona de este año, en el que participaron 14 grupos de la primera división, se anunciará hoy. (Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La modelo brasileña Raquel Blanc no se quiso perder la fabulosa fiesta. | | |