| miércoles, 25 de febrero de 2004 | La cuestión es identificar al enemigo Quisiera debatir con la señora/señorita Susana Cabal, efusiva adherente al Area de Libre Comercio Americana (Alca). Dejando de lado indicadores tan falaces como el "riesgo país", mi respuesta se ubica desde la ideología (aunque muchos deterministas económicos insistan en "la muerte de las ideologías"). Esta es una cuestión mas bien política, adherir al Alca es un paso más que importante para hacer realidad el sueño "yanqui" de "colonizar" toda América y transformarse en un país continente (remitirse a Maira, Luis), ya que, abriendo las fronteras de los pactos latinoamericanos, las reglas de juego comercial tendrán un margen más amplio aún para ser impuestas por Estados Unidos. Me parece que la idea desde la resistencia es la de una posición de "protección", de nuestros productos históricos, nuestra débil manufactura, política que se encuentra detrás de los fervientes "neoliberales", voceros del consenso de Washington que pregonan los principios adoptados por nuestros últimos presidentes (flexibilización laboral, reforma de Estado, privatizaciones y desindustrialización, entre otros). Hasta el más ingenuo notaría que el Alca sólo favorece a "la nación más poderosa" -los antecedentes en concertación internacional así lo han demostrado (ONU/ OEA/ Gatt, etcétera)-. Sigo siendo optimista en el proceso de concertación y consolidación del Frente Sur-Sur. Solamente unidos puede resistirse al enemigo y lograr cambiar las reglas de juego. Me remito a mucha gente que conozco, que prefiere andar con "zapatillas Pampero" a seguir vendiendo el país. Todavía es posible.
Luciana Sosa, estudiante
de Ciencias Políticas, UNR
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