| domingo, 22 de febrero de 2004 | Costa Atlántica Marzo en Pinamar Al finalizar la temporada los bosques de pinares y las playas ofrecen además de bajos alquileres una tranquilidad inusitada en la época veraniega Sonia Lucía Díaz Para todos los que desembarquen durante el mes de marzo en la costa pinamarense, encontrarán una opción de lujo. Aunque los precios de los alquileres de departamentos y casas asusten un poco, los encontrará más bajos que en enero, la tentación del verdor del bosque y las playas, el alojamiento de categoría y las propuestas gourmet más variadas, resultan difíciles de resistir.
Finalizando la temporada podrá disfrutar de todo el aire de pueblo que tiene Pinamar. Esa pasividad extrañísima que se agita en temporada estival con la llegada del turismo y que la transforma, regresa sobre fines de febrero y se destaca en los pinares. Como en una postal soñada, se abren camino los senderos para la tranquilidad y el descanso veraniegos. Se disfrutan especialmente durante las mañanas, cuando el aire fresco de la playa todavía permite caminar sin agotarse, muchos eligen pasear por entre las casas imponentes del barrio norte, acercarse al bosque y capturar piñas caídas de las pinochas verdes y amarillas, en todo su esplendor.
El partido de Pinamar comprende a Montecarlo, una zona aún despoblada pero muy prometedora y de la que seguramente en poco tiempo escuchemos mucho. Pinamar Centro que todos los años recibe más de 150.000 turistas, Mar de Ostende y Ostende que son el reflejo de lo que fuera un proyecto urbanístico de corte europeo, de comienzos del siglo XX, con una planificación urbana que incluye calles diagonales y una avenida central que termina en semicírculo en la zona balnearia.
En tanto Valeria del Mar con caminos ondulantes que siguen el trazado de las dunas en el recorrido del paisaje de bosques y verdes parques hasta una playa de arenas finas de más de 200 metros y Cariló, un frondoso bosque en medio del cual aparecen espectaculares residencias y un centro comercial de apenas unas cuadras de extensión que deslumbra por la belleza.
Novedades Pinamar todos los años tiene novedades, pero conserva su esencia y ofrece propuestas para todos. Las familias encuentran en los balnearios recreación para todas las edades con clubes de niños, juegos en la playa, clases de gimnasia, música en las terrazas al atardecer o simplemente la decisión de zambullirse en el mar, dar largas caminatas, deleitarse con buena lectura o dejar transcurrir el tiempo en el más completo clima de descanso.
No es raro encontrar propuestas de turismo aventura: camionetas 4 x 4 que parten desde el centro rumbo a las playas del norte, una zona de dunas donde los más arriesgados se tiran desde lo alto sobre una tabla de sandboard y los más pequeños se deslizan en trineos. La arena sirve de colchón para amortiguar golpes y las caídas se transforman en diversión.
En la costa verde se pueden alquilar jeeps, cuatriciclos que hacen las delicias de los más jóvenes para moverse de balneario en balneario durante las tardes, bicicletas y caballos. Hay gimnasios con abonos especiales para estadías cortas y diferentes propuestas para los que gustan de la pesca: en el muelle, en excursiones embarcados y si nos olvidamos la caña, no importa, porque nos proporcionan todo lo que necesitamos para pasar unos días maravillosos.
Todos los días en el complejo La Herradura, hay cabalgatas guiadas, escuela de ponies y polo. En el Aeródromo Enrique Shaw hay vuelos de bautismo y en la bajada náutica, pegadito al muelle, es factible salir a dar una vuelta en banana acuática por $10.
Para los apasionados del golf, Pinamar es un verdadero paraíso con grandes espacios abiertos. Ofrece en total 45 hoyos, repartidos en 3 canchas. Pero si aún no ha practicado este deporte, no dude que este es el lugar para empezar. Actividades culturales no faltan. Hasta fines de marzo, todos los días, puede visitar la muestra permanente de pinturas y esculturas, "Ciclo 2004" en el Hotel Reviens; la muestra permanente de artistas plásticos en el Hotel Arenas y la exposición "Grandes maestros de la escultura" en Galería Hoy en el Arte. Hasta fin de mes, los lunes está abierta al público la muestra de Borges en el Teatro de la Torre.
Sabores marítimos Ningún viaje que se precie, puede dejar de lado la gastronomía. Deleitarse con sabores marítimos mientras se está frente al mar es una de las exquisiteces que ofrecen los restaurantes de Pinamar. No faltan las rabas para un almuerzo en la playa, tampoco el salmón acompañado de verduras al wok, ni las mariscadas completas. La oferta incluye restaurantes clásicos y nuevas propuestas, delicadeza en la atención, cocina gourmet y sabores internacionales. Si busca comer un buen asado, las mejores parrillas son las ubicadas sobre la avenida Bunge. Pinamar y sus localidades resultan un sitio exclusivo, el balneario top de la costa atlántica, cerca de todo y con todo, una mágica conjunción de verde y mar que deslumbra y enamora a sus visitantes. enviar nota por e-mail | | |